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Exigió nuevas elecciones en Gran Bretaña, promovió a la extrema derecha en Alemania, criticó duramente a la Comisión Europea… y eso es sólo el comienzo. Elon Musk está presionando a la extrema derecha en Europa, donde los progresistas están debatiendo cómo, o incluso si, contenerlo.
Las intervenciones del hombre más rico del mundo, que también posee uno de los megáfonos más grandes del planeta, la plataforma de redes sociales X, ya le han permitido asegurar una influencia sin precedentes gracias a su proximidad al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Ahora, el cada vez más poderoso jefe de Tesla y SpaceX está volviendo su mirada hacia Europa, donde muchos gobiernos ya están lidiando con el ascenso del populismo y la extrema derecha.
«(Keir) Starmer debe irse y debe enfrentar cargos por su complicidad en el peor crimen masivo en la historia de Gran Bretaña», publicó recientemente el multimillonario.
Se refería a la época del primer ministro británico como fiscal jefe del estado en Inglaterra y Gales, que coincidió con un escándalo de manipulación infantil, sobre el cual publicó repetidamente el viernes.
Musk también pidió la liberación de prisión de Tommy Robinson, un agitador extremista, e impulsó al partido marginal antiinmigración Reform UK, cuyo líder Nigel Farage se reunió recientemente.
El viernes compartió un mensaje de la ex primera ministra Liz Truss pidiendo el fin de la financiación estatal de la BBC.
Al igual que en Estados Unidos, Musk es cada vez más popular entre los jóvenes británicos, según el instituto de encuestas Savanta.
Para ellos, «la línea entre las percepciones de éxito y de riqueza se vuelve cada vez más borrosa con la política», explicó el viernes a la AFP Chris Hopkins, director de investigación política de Savanta.
Hasta ahora, Downing Street se ha abstenido de abordar los comentarios de Musk, salvo alguna que otra reprimenda ligera y el énfasis de que «espera con ansias» trabajar con la administración de Trump.
La respuesta del viernes de un alto ministro del gobierno británico a los últimos ataques de Musk por el escándalo de explotación puso de relieve la delicadeza del acto de los líderes en la cuerda floja.
El secretario de Salud, Wes Streeting, dijo a ITV News que los comentarios de Musk fueron «mal juzgados y ciertamente mal informados».
Pero, añadió rápidamente, «estamos dispuestos a trabajar con Elon Musk, quien creo que tiene un papel importante que desempeñar con su plataforma de redes sociales para ayudarnos a nosotros y a otros países a abordar este grave problema».
«A medida que comienza 2025, Musk ya no es un comentarista reacio a la política británica, sino un actor poderoso dentro de ella», escribió el comentarista político Patrick Maguire en The Times el viernes.
El «gobierno necesita descubrir cómo lidiar con Elon Musk y sus intervenciones, porque esto no es sostenible», publicó el periodista político de Sky News Ben Bloch el viernes X, mientras Musk convocaba una vez más a nuevas elecciones.
‘Dictador’
Gran Bretaña no es el único objetivo de Musk en Europa.
Se reunió con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, una figura destacada de la derecha radical, cuando este último visitó a Trump en Florida el mes pasado.
El empresario también ha sido acusado de injerencia por parte del gobierno alemán por su fuerte apoyo al partido de extrema derecha AfD antes de las elecciones parlamentarias.
El 9 de enero será el anfitrión de una conversación con la líder del partido, Alice Weidel, sobre X.
El empresario de 53 años también calificó de «dictadores» a los jueces que recientemente anularon las elecciones presidenciales de Rumania en medio de sospechas de injerencia rusa.
Musk también es un entusiasta partidario de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, la líder más derechista del país desde 1945, quien lo llama «genio».
Política y negocios
Las iniciativas políticas de Musk están íntimamente ligadas a sus intereses económicos, sugieren los expertos.
Para Musk y Trump, «la democracia, el debate, el desacuerdo y los sistemas estatales de bienestar se interponen en el camino de los negocios», dijo Ilan Kapoor, profesor de la Universidad York de Toronto, conocido por su investigación crítica sobre el neoliberalismo.
«Es por eso que ven con buenos ojos formas de gobierno más autoritarias, que creen que pueden funcionar más eficientemente, eliminando la oposición política y reduciendo el papel del gobierno (aunque la contradicción es que necesitan mucha intervención estatal cuando se trata de su agenda de ‘ley y orden’)».
Musk también criticó a la Comisión Europea, calificó el funcionamiento de la Unión Europea de antidemocrático y exigió un mayor papel para el Parlamento Europeo.
Ha hablado mientras la UE, lidiando con la desinformación rampante en las redes sociales, intenta regular su red X bajo una nueva e histórica ley de contenido.
La ex comisaria europea, Věra Jourová, llegó incluso a describir a Musk como un «promotor del mal» en una entrevista con Politico el pasado mes de octubre.
En diciembre, investigadores del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores advirtieron que Musk podría utilizar X «para movilizar a los ciudadanos y a los partidos de extrema derecha para aumentar el coste político para los responsables de la toma de decisiones de la UE que persiguen la represión».
