Un grupo del norte, la comunidad de Arewa en la zona geopolítica del sudeste, ha declarado que es hora de que el poder se traslade a la región sudoriental del país para generar paz y cohesión nacional.
El grupo dijo que se debería permitir que los igbo sucedan al presidente Muhamnadu Buhari en 2023 con un espíritu de equidad y justicia y equidad, y enfatizó que Nigeria puede no experimentar la paz hasta que un hombre o mujer igbo pueda convertirse en presidente.
Así lo reveló el lunes el presidente nacional del grupo, Alhaji Mohammed Nalado Umaru en nombre de las comunidades Arewa durante una conferencia de prensa en Umuahia, estado de Abia.
Instó a otras zonas geopolíticas a no competir por el cargo de presidente, sino a dejarlo para el sudeste en un espíritu de hermandad.
El grupo también aconsejó a la élite política igbo que reconciliara sus diferencias y produjera un nigeriano competente y destribalizado para competir por la presidencia de 2023, asegurándoles el pleno apoyo del Norte.
“La unidad de este país debe ser primordial en nuestros corazones. Esto lo podemos lograr permitiendo que un hombre igbo emerja como presidente de la República Federal de Nigeria en 2023.
“Estamos seguros de que Norte, Oeste, Sur-Sur y otros apoyarán esta noble agenda”, agregó el grupo.
Umaru, quien pidió la corrección de la anomalía en 2023 para la continuidad de Nigeria, expresó su preocupación por la desigualdad del liderazgo de Nigeria contra los igbo.
“Nosotros, la gente del norte que vivimos en la tierra de los igbo, apoyamos en gran medida a un presidente ejecutivo igbo en 2023. Vivimos y nos ganamos la vida en la tierra de los igbo y seguiremos viviendo juntos como una entidad indivisible.
“Los igbo son complacientes y abarcan Nigeria. Lo que se requerirá de ellos es armonizarse y producir una persona destribalizada que participará en las elecciones presidenciales de 2023.
“Los difuntos Sarduana de Sokoto, Nnamdi Azikiwe, Tafawa Balewa y Awolowo no previeron la desunión y la guerra cuando lucharon contra nuestros amos coloniales para asegurar nuestra independencia política y económica.
“Nuestra experiencia de hoy se centra en el tribalismo, el nepotismo, la marginación, el sentimiento religioso, el soborno y la corrupción que ha carcomido profundamente nuestros corazones.
“Si podemos decirnos la verdad, el liderazgo en el país ha sido desequilibrado ya que se niegan posiciones sensibles a un grupo étnico en particular.
“El presidente, el vicepresidente, el presidente del Senado, el presidente de la Cámara de Representantes, el inspector general de la policía, el jefe del Estado Mayor del Ejército, el jefe del Estado Mayor Naval, el Jefe del Estado Mayor del Aire, el director general del DSS están todos ocupados, dejando a los igbo sintiéndose marginados.
“No debemos avivar las brasas de la crisis porque donde hay guerra, nada está asegurado, démosle una oportunidad a la paz como nuestros padres fundadores”, afirmó el grupo.