Además de las partes mencionadas, Canadá, Dinamarca, Noruega, Islandia y Corea del Sur participarán en las discusiones.
La investigación conjunta determinará la población de peces en el Océano Ártico y el nivel actual de producción. Si se determina que los recursos hídricos son suficientes, las partes del acuerdo permitirán la pesca comercial dentro de las cuotas.
Las partes también discutirán la creación de un organismo que pueda administrar el control de la pesca fuera de las cuotas, así como resolver las disputas sobre la pesca. Está previsto que las normas, cuya implementación debe ser supervisada por este organismo, se desarrollen para 2023-2024.
El uso del Ártico aún no se limita a acuerdos como el Tratado Antártico de 1961 y acuerdos relacionados. Al mismo tiempo, el calentamiento global libera hasta un 40% de la región del hielo en comparación con el siglo pasado, lo que amplía las áreas de posible pesca.