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Una junta laboral de EE. UU. ha allanado el camino para que 86 técnicos de la planta de Nissan Motor Co en Smyrna, Tennessee, voten si unirse a un sindicato, rechazando la afirmación del fabricante de automóviles de que la unidad debería incluir a miles de trabajadores de producción.
La Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB), controlada por los demócratas, dijo en un fallo el jueves que los trabajadores de herramientas y troqueles tienen habilidades especiales y supervisión separada, lo que los distingue de los empleados de producción, respaldando a la Asociación Internacional de Maquinistas.
La NLRB anuló una decisión de 2021 de un funcionario regional que dijo que cualquier elección también debería involucrar a los empleados en la línea de producción porque comparten las condiciones de trabajo.
El fallo se produce después de que la NLRB en diciembre facilitara a los sindicatos separar pequeños grupos de la fuerza laboral de un empleador.
La junta desechó un estándar de la era Trump que restringía la capacidad de los sindicatos para organizar unidades más pequeñas, lo que, según los grupos empresariales, fractura el lugar de trabajo y complica la negociación colectiva.
La nueva prueba favorable a los sindicatos no se aplica al caso de Nissan, pero la junta dijo el jueves que bajo un estándar más antiguo, una unidad de trabajadores que practican un oficio distinto era apropiada.
Los sindicatos han luchado durante décadas para sindicar la fábrica Smyrna del fabricante de automóviles japonés, que abrió en 1983, y otras plantas automotrices en el sur de EE.UU. En 2001, los trabajadores de Smyrna votaron abrumadoramente en contra de unirse al sindicato United Auto Workers.
Nissan, en un comunicado proporcionado por un portavoz, dijo que no estaba de acuerdo con la decisión, pero que respetaba los derechos de voto de sus empleados sobre la representación sindical.
El sindicato de maquinistas dijo en un comunicado que la decisión sienta un sólido precedente de que se deben aprobar las «unidades artesanales».
«Es desafortunado que un proceso NLRB interrumpido y laboriosamente largo haya permitido nuevamente que una empresa frene a los trabajadores para obtener una voz en el trabajo sin demora», agregó.
