Actualizaciones de Perú
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El nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, nombró a un izquierdista moderado como su ministro de Finanzas en una medida que podría ayudar a calmar los mercados después de un par de días turbulentos.
En una ceremonia a altas horas de la noche en Lima el viernes, Castillo confirmó en el cargo al ex economista del Banco Mundial Pedro Francke.
Se esperaba que Francke obtuviera el puesto, hasta el jueves, cuando Castillo inesperadamente nombró a un izquierdista de línea dura, Guido Bellido, como su primer ministro. Eso puso en duda los nombramientos ministeriales: los moderados, incluido Francke, parecían resistirse a la idea de trabajar junto a Bellido.
Cuando Castillo confirmó la mayor parte de su gabinete el jueves por la noche, Francke no estaba allí. Abandonó el lugar poco antes de la ceremonia de juramento, lo que generó dudas sobre si se había negado a aceptar el trabajo o no se lo habían ofrecido. El puesto de ministro de Hacienda quedó vacante.
El viernes, los mercados respondieron mal. La bolsa de valores peruana cayó hasta un 6 por ciento, mientras que la moneda, el sol, registró su mayor pérdida en un día en siete años y, por primera vez, atravesó la barrera psicológica de cuatro soles por dólar.
Después del cierre de los mercados, Bellido extendió una oferta de paz a Francke, diciendo que el economista de 60 años tenía «nuestro respaldo total» para implementar el programa económico en el que Castillo hizo campaña en la segunda ronda de las elecciones, que ganó el 6 de junio.
Ese programa es menos radical que una versión anterior, que había asustado a muchos inversionistas, aunque todavía exige cambios radicales en el sector minero de Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre.
El nombramiento de Francke llega después de tres días de montaña rusa en Perú.
El miércoles, el 200 aniversario de la independencia de la nación del dominio español, Castillo asumió el cargo en una ceremonia rica en simbolismo. Maestro de escuela primaria rural que nunca antes había ocupado un cargo público, elogió su ascenso al poder como una victoria para los oprimidos de Perú.
Al día siguiente sorprendió a todos con su nombramiento de Bellido, un congresista marxista considerado por muchos como un apologista de Sendero Luminoso, el grupo guerrillero maoísta que libró una sangrienta guerra contra el Estado peruano en las décadas de 1970 y 1980.
El nombramiento sumió al gobierno de Castillo en una crisis casi tan pronto como había comenzado, alienando a potenciales aliados moderados y centristas.
El nombramiento de Francke puede ayudar de alguna manera a reparar ese daño, pero es probable que Castillo todavía tenga dificultades para lograr que su agenda sea aprobada en el parlamento.