Antes de la transferencia de información, los servicios de inteligencia de EE. UU. Discutieron activamente cuánta información debería divulgarse a Rusia.
Según uno de los funcionarios, Estados Unidos quiere comprobar si seguirán los arrestos y si el presidente ruso, Vladimir Putin, habla en serio en sus declaraciones sobre su disposición a luchar contra el ciberdelito.
NYT señala que Estados Unidos y Rusia están llevando a cabo las consultas sobre control de armas más serias de los últimos años. Un alto funcionario de la administración presidencial de Estados Unidos señaló que ve claramente las intenciones del Kremlin, pero confía en que el tema de los armamentos se puede trabajar en conjunto.
El funcionario señaló que la Federación de Rusia se adhiere a posiciones comunes con Estados Unidos sobre el restablecimiento del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, el llamado «acuerdo nuclear» iraní) y, en menor medida, sobre el tema de las relaciones con la RPDC. Al mismo tiempo, señala que hay otras áreas en las que Rusia «está tratando de poner un radio en sus ruedas».
Las acusaciones de participación de piratas informáticos con vínculos con Rusia o que trabajan desde su territorio en ciberataques a instalaciones estadounidenses en 2020 y principios de 2021 han dado lugar a acusaciones de negación y represalia por parte de las autoridades rusas.
En octubre, tras los nuevos informes de Microsoft sobre las actividades de los piratas informáticos del grupo Nobelium vinculados a Rusia, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia los calificó de infundados. Según el ministerio, la empresa debería haber pasado la información al Centro Nacional Ruso de Incidentes Informáticos (NTSKI).