El expresidente Barack Obama hizo una broma sobre el pene pequeño de Donald Trump de una manera que sólo él podía hacer en la convención demócrata.
Mire las manos de Obama en el video a continuación mientras habla sobre la extraña obsesión de Trump con el tamaño de las multitudes:
Obama desarma a Trump: «He aquí un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por su escalera mecánica dorada. Ha sido un flujo constante de quejas y reclamos que en realidad ha ido empeorando ahora que tiene miedo de perder contra Kamala». imagen.twitter.com/gKU5edLI9l
— Sarah Reese Jones (@PoliticusSarah) 21 de agosto de 2024
Obama dijo:
Y mientras nos reunimos aquí esta noche, las personas que decidirán esta elección se hacen una pregunta muy simple: ¿quién luchará por mí? ¿Quién piensa en mi futuro, en el futuro de mis hijos, en nuestro futuro juntos? Una cosa es segura: Donald Trump
No pierdo el sueño por esa pregunta.
Aquí tenemos a un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por su escalera mecánica dorada hace nueve años. Un flujo constante de quejas, agravios que han ido empeorando ahora que tiene miedo de perder ante Kamala. Los apodos infantiles, las locas teorías conspirativas, esta extraña obsesión con la popularidad de las masas…
tamaños.
Y esto no hace más que repetirse una y otra vez. El otro día oí a alguien comparar a Trump con el vecino que pasa todo el día haciendo funcionar su soplador de hojas frente a tu ventana. Eso, viniendo de un vecino, es agotador. Y viniendo de un presidente, es sencillamente peligroso.
Obama hizo una broma sobre la falta de hombría de Trump, lo cual fue confirmado por Stormy Daniels, y desafortunadamente para ella, lo sabría, así que no es como si la broma de Obama fuera un rumor sin fundamento.
No se me ocurre ninguna otra figura política que pudiera hacer ese chiste, pero el objetivo del chiste era meterse en la cabeza de Trump. La campaña de Harris y los demócratas han sido muy buenos a la hora de meterse en la cabeza de Trump.
El ex presidente ya tenía un complejo de inferioridad respecto a Obama, y ahora se ha vuelto cien veces peor.