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Paraguay podría verse obligado a importar soja porque la sequía ha reducido a la mitad la producción
La Cámara de Procesadores de Cereales y Oleaginosas de Paraguay (Cappro) estima que la producción total podría disminuir en un 60%, en comparación con la cosecha de 10 millones de toneladas del año pasado
La sequía sudamericana que se ha extendido a varias provincias argentinas y estados brasileños también ha golpeado duramente a Paraguay, el cuarto exportador mundial de soja. En efecto, los cultivos están sufriendo y la industria procesadora se está quedando sin suministros.
Esto está obligando a las industrias locales a buscar alternativas para satisfacer la demanda interna, de cara a junio cuando se espera que se agoten los stocks actuales más la mala cosecha, y enfrentan dificultades para cumplir con los bancos dada la ampliación de la capacidad de procesamiento.
Según el Ministerio de Agricultura del país, la producción de procesamiento de soja de Paraguay ha disminuido en casi un 50% en comparación con el ciclo de cosecha anterior.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) estima que la producción total podría disminuir en un 60%, en comparación con la cosecha de 10 millones de toneladas del año pasado, debido a la falta de lluvias.
“Ante esta situación, se espera que las industrias tengan problemas para procesar soja en la segunda mitad del año, con un porcentaje de capacidad ociosa que fluctúe entre 60% y 70%”, señaló Cappro en un correo electrónico al gobierno.
Ante la situación, Cappro ha solicitado que se implemente un régimen de flexibilidad fiscal y aduanera solo para las importaciones de soja monitoreadas por el gobierno, similar al régimen de admisión temporal implementado en Argentina.
“Con esto… se podrán buscar alternativas regionales para atender la demanda que no se puede atender localmente, asegurando una mayor industrialización en Paraguay”.
De aprobarse esta medida, será la primera vez que Paraguay recurra a la importación de soja.
Las industrias miembros de Cappro, incluidas las multinacionales ADM, Bunge, Cargill y Louis Dreyfus, procesaron alrededor de 2,8 millones de toneladas de la oleaginosa el año pasado, el volumen más bajo desde 2013 y aproximadamente 500.000 toneladas menos que en 2020, según el último boletín estadístico de la cámara.
Además de la menor calidad de los granos que dificulta el ritmo de trituración, la sequía también ha causado serios problemas de navegación ya que la principal vía fluvial que conecta al Paraguay sin salida al mar, el caudaloso río Paraná, ha perdido mucho calado generando costos de transporte adicionales.
Los integrantes de Cappro están “viviendo uno de los peores años de su historia, si no el peor, ya que las industrias aumentaron su capacidad instalada en 2013 de 1,5 millones de toneladas anuales a 4,5 millones de toneladas anuales”. indicó la organización.
