Perú levanta estado de emergencia en Lima
El gobierno peruano levantó el jueves el estado de emergencia decretado en Lima en medio de la creciente violencia desde el juicio político del entonces presidente Pedro Castillo Terrones el 7 de diciembre, anunció el primer ministro Alberto Otárola. El gobierno de Castillo también había decretado estado de emergencia en Lima y su vecina provincia de Callao para combatir la delincuencia.
Otárola explicó que tal decisión se tomó ante la tendencia a la baja de las protestas antigubernamentales, pero las condiciones no eran las mismas en la provincia de Ica y en algunas carreteras donde seguían vigentes disposiciones tan restrictivas.
“Se ha acordado en Consejo de Ministros levantar el estado de excepción en el departamento de Lima. Esta es una medida muy importante para el pleno ejercicio de los derechos fundamentales de los ciudadanos”, dijo Otárola a periodistas.
El Primer Ministro agregó que esta decisión se tomó debido a “las condiciones y consideraciones” que llevaron al Ejecutivo a establecer esta medida en Lima, donde vive casi un tercio de la población del país y a donde cientos de ciudadanos de otras regiones viajaron el pasado mes de febrero para protestar contra la administración de la presidenta Dina Boluarte, ya se han calmado.
Pero el Consejo de Ministros también aprobó un decreto supremo que prorroga el estado de emergencia en la provincia de Ica, limítrofe con Lima, y algunas carreteras de la red vial nacional.
En Ica “todavía hay trabajo adicional de seguridad y desarrollo”, mientras que la extensión de la medida en carreteras “permitirá a la Policía Nacional seguir manteniendo el orden y desbloqueo de vías como ha venido trabajando con éxito en las últimas semanas”, señaló también Otárola. afuera.
Durante el estado de emergencia se restringen o suspenden los derechos constitucionales relativos a la inviolabilidad del domicilio, la libertad de tránsito por el territorio nacional, la libertad de reunión, y la libertad y seguridad personal, y la Policía Nacional del Perú (PNP) mantiene el orden interno, con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, en el caso de la región sur de Puno, fronteriza con Bolivia y bastión de las manifestaciones, el control lo asumen los militares.
Desde el 7 de diciembre, 76 personas han muerto en hechos violentos. La mayoría de las víctimas eran manifestantes que se enfrentaron con las fuerzas del orden.