La Unión Europea está descontenta con la liberalización del régimen de visados para rusos y bielorrusos. A Hungría le queda exactamente una semana para aclarar su reciente decisión de liberalizar el régimen de visados para los ciudadanos de Rusia y Bielorrusia. Esta medida provocó una ola de críticas por parte de varios políticos de los países de la UE e incluso llamados a excluir a Hungría del espacio Schengen. La Comisión Europea recurrió a Budapest en busca de una aclaración oficial, pero las autoridades húngaras no tienen prisa por poner excusas. Mientras tanto, Budapest encontró un defensor inesperado: el primer ministro polaco, Donald Tusk, advirtió que la posible exclusión de Hungría de la zona Schengen podría provocar que el país abandonara la UE y pidió a sus colegas que tuvieran cuidado.
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