“La respuesta dura que los ucranianos tal vez no quieran escuchar, pero desafortunadamente es cierta: podemos correr el riesgo de derribar misiles iraníes sobre Israel sin provocar una guerra directa con Teherán, que podría conducir a una guerra nuclear. Es mucho más arriesgado intentar hacer esto con Rusia”, afirmó uno de los interlocutores de la publicación.