El cambio climático y la protección del medio ambiente son una importante preocupación pública en todo el mundo. Pero mientras en los países del norte de Europa los partidos verdes o ecologistas están teniendo un gran éxito, en España el llamado ‘voto verde’ sigue desarrollándose lentamente Socio de EURACTIV El Diario informes.
Históricamente ha sido en las elecciones europeas donde mejor se han comportado los partidos ecologistas. En 2019, Los Verdes consiguieron 70 escaños en el Parlamento Europeo y se consolidaron como la cuarta fuerza política y un socio clave a la hora de forjar alianzas.
Sin embargo, este grupo de ecologistas incluye muy pocos miembros de países del sur de Europa. España aporta sólo dos eurodiputados al Grupo de los Verdes Europeos -Diana Riba, de ERC, y Ernest Urtasun, de En Comú Podem-; Portugal, uno, pero Italia y Grecia, ni uno solo. Esto contrasta con los 25 eurodiputados verdes en Alemania y los 13 en Francia.
En declaraciones a EFE, Juan López de Uralde, exdirector ejecutivo de Greenpeace y diputado español, señala el sistema electoral español como la razón por la que los verdes no consiguen escaños. “La dificultad que hemos tenido históricamente es que las nuevas opciones se castigan mucho más, sobre todo si no tienes, como tenía Vox, financiación. No teníamos eso”, lamenta. “Lo que aseguró nuestro éxito fue nuestra política de alianzas”, reconoce Uralde.
Pero el parlamentario sigue siendo optimista.
“El voto verde en España va a crecer a medida que crezca la concienciación sobre la gravedad de la crisis ecológica”, asegura.
La también diputada Inés Sabanés, por su parte, cree que el movimiento ecologista en España ha tenido “un ritmo y un manejo diferente”. En su opinión, “llevamos años de retraso en cuanto a políticas de sostenibilidad”.
Narciso Michavila, presidente y fundador de GAD3, y experto en encuestas de opinión pública, afirma que “en general, el voto verde suele provenir de personas que ya tienen cubiertas sus necesidades vitales primarias y ahora pueden dar un paso más”.
José Pablo Ferrándiz, director de Opinión Pública y Estudios Políticos de Ipsos España, cree que “el voto verde en España ha estado muy fragmentado”.
“Ha habido más de un partido verde que no ha obtenido buenos resultados porque aquí las políticas monotemáticas, o los partidos monotemáticos, como los ecologistas o el PACMA, no tienen mucho espacio”, dijo.
La razón es que “siempre hay otros temas en las principales preocupaciones de los ciudadanos que pesan más que los temas ‘verdes’ o animalistas”. También cree que el voto verde en España “es mayoritariamente joven”.
“Y creo que esa preocupación por el medio ambiente está creciendo”, agrega.