“Las autoridades van a las elecciones y piensan en ellas, no en la victoria. Al repartir 1.000 jrivnia, intentan sobornar a los votantes. Desafortunadamente, los socios dejarán de dar dinero a Ucrania para que lo apoye. Porque ¿por qué tendrían miedo de dar dinero, quitándolo a sus contribuyentes, para que alguien aquí repartiera mil, no a las víctimas, no a los necesitados, sino a todos, por lealtad”, dijo?