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Presidente colombiano quiere poner fin al servicio militar obligatorio
Petro también quiere aumentar los salarios del personal militar
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, quiere que su país tenga unas fuerzas armadas más profesionales y así poner fin al servicio militar obligatorio, se informó este miércoles en Bogotá. El jefe de Estado también insistió en seguir financiando la actividad. En septiembre del año pasado, el entonces ministro del Interior, Alfonso Prada, se había pronunciado sobre el plan del gobierno de sustituir el servicio militar obligatorio por uno voluntario. En los últimos cinco años, 460.113 jóvenes entre 18 y 24 años sirvieron obligatoriamente en las Fuerzas Armadas.
“Las personas que se arriesgan deben tener un trato especial; He sido partidario de que no haya servicio militar obligatorio. Tenemos que hablar de eso, de incentivar a los jóvenes para que puedan desarrollar una existencia vital de ingreso al Ejército”, dijo Petro durante la ceremonia por el aniversario 72 de la Comandancia General de las Fuerzas Armadas. “Pero tiene que haber un salto salarial, no podemos anular el servicio militar y profesionalizar [it] sin tener dinero”, continuó Petro.
“Le he dado instrucciones al Ministro de Defensa que junto con Hacienda miren el espacio fiscal para ordenar un aumento sustancial en las asignaciones mensuales de los soldados regulares de Colombia”, escribió en Twitter. Agregó que las máximas fuerzas militares y policiales tienen su “orden expresa” de destruir las economías ilegales del país.
“La estrategia de seguridad es político-militar. Implica la inclusión social del campesino, de la juventud y del territorio pero también la actividad cotidiana de destrucción de las economías ilegales. No es posible destruir la economía ilegal si se permite la corrupción de altos mandos policiales o militares”, advirtió.
En su discurso, consideró que no tiene sentido luchar contra las economías ilegales cuando sus líderes pueden reclutar fácilmente nuevos miembros para sus grupos debido al músculo financiero que tienen.
“Si hay 10.000 jóvenes pobres, pueden reclutar tantos como quieran para actividades ilícitas. La estrategia de seguridad pasa por construir una economía equitativa para que los sectores pobres dejen de ser pobres. No es una estrategia militar, sino civil y política. El ataque a las estructuras ilícitas debe ser político y militar”, dijo.
Petro también insistió en que la estrategia debe ser atacar la cima de la pirámide del narcotráfico y no la base (cultivadores y minoristas).
