Los guatemaltecos estaban exultantes cuando el presidente de centroizquierda Bernardo Arévalo finalmente asumió el cargo en enero, prometiendo “rescatar” la democracia en la mayor economía de Centroamérica.
Pero después de unos meses difíciles, el ex diplomático está tratando de manejar las expectativas, y le dijo al Financial Times en una entrevista que debe actuar con cuidado o corre el riesgo de un «golpe político a través de los tribunales» llevado a cabo por sus oponentes para tratar de sacarlo del cargo.
“Ser audaz y morir en el intento no ayuda a la democracia del país”, dijo Arévalo. “Mucha gente piensa que la prudencia es debilidad, pero no, la prudencia es inteligencia”.
Arévalo, un ex diplomático de 65 años, sorprendió al establishment de Guatemala el año pasado al ganar la presidencia con una plataforma anticorrupción con un partido poco conocido.
Pero la percepción de un progreso lento en sus primeros seis meses ha dejado a algunos guatemaltecos preguntándose si el apacible sociólogo puede romper el estancamiento.
Arévalo dijo que los críticos que lo presionan para que tome medidas más drásticas —por ejemplo, destituir al fiscal general, que ha investigado implacablemente a su partido— no aprecian plenamente los riesgos.
“Nuestra mayor responsabilidad es no generar oportunidades para que las élites políticas corruptas retomen el poder mediante un golpe político por la vía judicial”, afirmó. “Eso nos obliga a ser prudentes en las decisiones que tomamos”.
El presidente tiene menos del 15 por ciento de los escaños en el poderoso Congreso del país. El mes pasado perdió una votación sobre el estado de emergencia —que habría permitido al gobierno acceder a fondos para ayudar ante las grandes inundaciones— por 96 a 38.
Sobre sus negociaciones con los legisladores, dijo: “No vamos a ceder a la lógica de la corrupción. Obviamente el Congreso es un actor central, pero todo lo que podamos hacer sin tener que ir al Congreso, lo vamos a hacer”.
Guatemala aún se está recuperando de una misión anticorrupción sin precedentes respaldada por la ONU que encarceló a miembros de la élite política y empresarial. Tras su clausura por parte del expresidente conservador Jimmy Morales en 2019, la misión fue objeto de una feroz reacción: decenas de fiscales, jueces y periodistas fueron objeto de investigaciones penales.
Arévalo, quien respaldó la comisión de la ONU, dice que quiere rescatar las instituciones de Guatemala de un grupo al que algunos llaman el “pacto de los corruptos”, en el que participan políticos, algunas empresas constructoras, miembros del Congreso y otros. El país de 17 millones de habitantes ocupa el puesto 154 de 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, lo que sugiere que tiene problemas significativos con la corrupción.
Destituir a la fiscal general María Consuelo Porras, quien fue designada bajo un gobierno anterior y está sujeta a sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, a través de cualquier medio legal posible es la prioridad, dijo.
“Es evidente que el Procurador General de la República es uno de los principales obstáculos para el proceso de restauración del sistema de justicia y de la democracia en general”, afirmó.
El ministro de Finanzas de Arévalo presentó el mes pasado una demanda legal contra Porras por “intimidación ilegal”.
En un discurso pronunciado en mayo, Porras dijo que los ataques del presidente mostraban una intención “perversa” de reemplazarla por un fiscal general más dócil. “Usted no está, ni estará por encima de la ley”, le dijo.
Arévalo dijo: “Obviamente cuando hay que estar trabajando en dos frentes las cosas se complican. Por otro lado, lo que hace es reafirmar la determinación de quienes estamos en este ejercicio”.
Un aspecto central del futuro político del presidente es la eventual composición del tribunal constitucional, que está siendo seleccionado por un grupo de instituciones que incluye la asociación de abogados, el Congreso y una universidad.
El tribunal tiene amplios poderes para limitar su proyecto, pero Arévalo dijo que hasta ahora el proceso ha sido “alentador” y que no ha sido aprovechado por sus oponentes.
“Eso no significa que los problemas hayan terminado…”[but]“Hay indicios de que hay suficientes formas en que la sociedad está respondiendo”, dijo.
A pesar de la agitación política, la economía se ha mantenido relativamente estable. La inversión extranjera directa (IED) aumentó un 8% el año pasado, hasta 1.500 millones de dólares, y el producto interno bruto creció un 3,5%.
El gobierno quiere que la IED alcance casi 1.900 millones de dólares en 2027 aprovechando la tendencia a deslocalizar la producción a zonas más cercanas a Estados Unidos.
La inversión pública se concentrará en las carreteras secundarias de las zonas rurales, dijo, pero está renovando el destartalado aeropuerto de la capital y construyendo su primera línea de metro mediante asociaciones público-privadas, en un modelo que quiere extender a los puertos y las plantas de energía.
«[Investors] “Son bienvenidos, encontrarán un gobierno que está seriamente comprometido a trabajar para crear las condiciones necesarias para una inversión estable”, dijo Arévalo, quien se desempeñó como viceministro de Relaciones Exteriores en la década de 1990 y fue diputado electo en la administración anterior.
La migración irregular de Guatemala a Estados Unidos se ha disparado en los últimos cinco años, convirtiendo al país en la segunda mayor fuente de migrantes interceptados en la frontera sur de Estados Unidos.
Los países de toda la región están bajo presión del gobierno estadounidense para detener la migración, y prevén una presión aún mayor si el expresidente Donald Trump regresa a la Casa Blanca después de las elecciones de noviembre. Arévalo dijo que el enfoque a corto plazo era «gestionar y contener» los flujos de personas.
Dijo que una vez “recuperadas” las instituciones del país, su prioridad era el desarrollo, incluso mediante mayores niveles de inversión pública y una mejor productividad.
“Tenemos cuatro años de mandato público para sentar las bases que van en una nueva dirección”, afirmó.