PyE
São Paulo, Brasil – Los presidentes de Chile y Uruguay criticaron el martes al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Silva, por las declaraciones que hizo el lunes en las que defendió la legitimidad del autoritario presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Lula se reunió con Maduro el lunes antes de la cumbre de presidentes sudamericanos del martes. Los dos hicieron una declaración conjunta luego de la reunión en la que Lula le dijo a Maduro: “Es un absurdo, para la gente que defiende la democracia, negar que usted es presidente de Venezuela, elegido por el pueblo”.
También criticó las sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Maduro e infirió que los abusos a los derechos humanos y las acciones antidemocráticas cometidas por su gobierno eran parte de una “narrativa construida de autoritarismo” de sus rivales.
Durante la reunión del martes de líderes sudamericanos, que también incluyó a presidentes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam y Uruguay (la presidenta de Perú, Dina Boluarte, envió un representante), el conservador Luis Lacalle Pou de Uruguay, rompió protocolo de reunión de la sesión a puerta cerrada y abrió una transmisión en vivo en su cuenta de redes sociales justo antes de criticar abiertamente los comentarios de Lula.
“Me sorprendió cuando se dijo que lo que pasa en Venezuela es una narrativa. Ya se sabe lo que pensamos de Venezuela y su gobierno”, dijo Lacalle Pou en la transmisión en vivo. “Si hay tantos grupos en el mundo que intentan mediar para que en Venezuela la democracia sea plena, para que se respeten los derechos humanos, lo peor que podemos hacer es tapar el sol con el dedo. Pongámosle el nombre que tiene, y ayudémoslos”.
Leer más: Maduro de Venezuela visita Brasil: Lula habla de restablecer relaciones con el vecino del norte
Tras la reunión de jefes de Estado, el presidente de Chile, Gabriel Boric, un político de izquierda, también criticó los comentarios de Lula durante una conferencia de prensa.
“Respetuosamente no estoy de acuerdo con lo que dijo el presidente Lula, en el sentido de que la situación de los derechos humanos en Venezuela fue una construcción narrativa”, dijo.
Según Boric, la situación en Venezuela no es una “narrativa” construida por países que no están de acuerdo con Maduro, como afirmó Lula, sino una “grave realidad”.
“Tuve la oportunidad de ver, vi el horror de los venezolanos. Este tema requiere una posición firme”, explicó Boric.
El presidente chileno está de acuerdo con la reanudación del diálogo y las relaciones con Venezuela, pero dijo que eso no significa “hacerse de la vista gorda” ante los problemas sociales del país.
Desde 2015, dos años después de la llegada al poder de Maduro, más de 7 millones de venezolanos han huido del país en busca de mejores condiciones económicas y de derechos humanos. Human Rights Watch, un grupo de defensa internacional no gubernamental, ha reportado que el régimen de Maduro es responsable de acciones que incluyen ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, encarcelamiento de opositores políticos y torturas, entre otros delitos.
La respuesta de Lula a las críticas
Tras los comentarios de sus homólogos sudamericanos, Lula defendió el martes a Maduro una vez más, diciendo que Venezuela es una democracia, no una dictadura, y reiteró sus declaraciones anteriores, diciendo que las acusaciones de falta de democracia en el país no son más que que una “narrativa”.
“Siempre he defendido la idea de que cada país puede decidir su régimen político, qué tipo de elecciones tendrá y discutir cosas internas”, dijo. “La misma demanda que el mundo democrático le hace a Venezuela no le hace a Arabia Saudita. es muy raro Nadie necesita estar de acuerdo. Pero quiero que se respete a Venezuela”.
Maduro también restó importancia a las críticas de Lacalle Pou y Boric y dijo que hay presidentes en Sudamérica con “opiniones diferentes”, lo que no impide el diálogo entre los países.
“No tenemos ningún problema en sentarnos, hablar y hablar con franqueza con cualquier fuerza política y cualquier presidente”, dijo. “Un diálogo respetuoso, tolerante, que une la diversidad”.
Cumbre Sudamericana
La reunión de 11 líderes sudamericanos fue una iniciativa del gobierno de Brasil para profundizar las relaciones entre los países y la presencia de Maduro generó polémica.
El líder autoritario llegó a la capital Brasilia el lunes, ocho años después de la última vez que pisó suelo brasileño. Se reunió con Lula y recibió el apoyo del presidente brasileño.
Además de Maduro, a la cumbre asistieron los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Luís Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador), Irfaan Ali (Guyana), Mário Abdo Benítez (Paraguay), Chan Santokhi (Surinam) y Luis Lacalle Pou (Uruguay).
La única ausencia fue la presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien no pudo salir del país por motivos legales. Envió en su lugar al presidente del consejo de ministros del Perú, Alberto Otárola.
En el discurso de apertura de la cumbre, Lula dijo que América del Sur ya no es sólo una referencia geográfica y se ha convertido en una realidad política. “Pero dejamos que las ideologías nos dividieran, detuvimos los esfuerzos de integración, abandonamos los canales de diálogo y los mecanismos de cooperación, y con eso todos perdimos”, dijo.
Según Lula, es necesario retomar el compromiso con la integración sudamericana. “La integración sudamericana es fundamental para fortalecer la unidad de América Latina y el Caribe. Una América del Sur fuerte, segura y políticamente organizada amplía las posibilidades de afirmar, a nivel internacional, una verdadera identidad latinoamericana y caribeña”, dijo.
Retorno de Unasur y moneda común
Además, el presidente brasileño defendió el retorno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como mecanismo de cooperación entre los países de la región. La medida también cuenta con un fuerte respaldo del presidente Alberto Fernández.
Creada en 2008, la Unasur se ha ido desintegrando en los últimos años, en medio de cambios de gobiernos en muchos países, y ahora reúne solo a siete naciones: Venezuela, Bolivia, Guyana, Surinam, Perú, además de Argentina y Brasil, que han vuelto a la grupo recientemente.
“Y no tienes que empezar de cero. Unasur es un bien colectivo. Recordemos que está vigente y siete países aún son miembros plenos. Es importante retomar su proceso de construcción, pero, al hacerlo, es fundamental evaluar críticamente lo que no funcionó y tener en cuenta estas lecciones”, dijo Lula.
También presentó otras nueve propuestas para ser analizadas por los demás mandatarios, como acciones coordinadas para enfrentar el cambio climático, reactivar el Instituto Suramericano de Gobierno en Salud para ampliar las coberturas de vacunación, y la creación de una moneda común solo para transacciones comerciales.
Sin embargo, la cumbre terminó sin medidas concretas, incluida ninguna resolución oficial sobre Unasur, solo con promesas de ampliar la integración en la región.
El documento final, denominado “Consenso de Brasilia”, fue firmado por todos los mandatarios y menciona sólo la visión de que América del Sur está comprometida con la democracia y los derechos humanos.
