«ACCIÓN AUDAZ»
La decisión de Biden, menos de tres semanas antes de dejar el cargo, se produjo tras una prolongada disputa sobre demandas políticas, económicas y comerciales internas en competencia.
El presidente saliente, que hizo de la reconstrucción de la base manufacturera estadounidense un objetivo importante de su administración, había criticado el acuerdo durante meses, mientras postergaba una medida que podría dañar los lazos con Tokio.
«Esta adquisición colocaría a uno de los mayores productores de acero de Estados Unidos bajo control extranjero y crearía un riesgo para nuestra seguridad nacional y nuestras cadenas de suministro críticas», dijo Biden en un comunicado el viernes.
«Es por eso que estoy tomando medidas para bloquear este acuerdo».
El sindicato United Steelworkers rápidamente acogió con satisfacción el anuncio, describiéndolo como «una acción audaz para mantener una industria siderúrgica nacional fuerte».
Pero Nippon Steel y US Steel dijeron que el resultado reflejaba «una clara violación del debido proceso y de la ley».
Nippon Steel había promocionado la adquisición como un salvavidas para una empresa estadounidense que ya pasó su apogeo, pero sus opositores advirtieron que los propietarios japoneses recortarían empleos.
La decisión de bloquear el acuerdo contó con un inusual acuerdo bipartidista en Washington.
El presidente electo republicano Donald Trump y el vicepresidente entrante JD Vance también han hecho campaña en contra de la venta.
El ministro de Industria japonés, Yoji Muto, calificó la decisión de Biden de «incomprensible».