El expresidente catalán y líder separatista Carles Puigdemont protagonizó una escena digna de una de las mejores actuaciones del escapista húngaro-estadounidense Harry Houdini, después de dar un discurso en Barcelona el jueves (8 de agosto), donde era buscado activamente por la policía española, se escabulló nuevamente.
Minutos antes del acto de investidura del nuevo presidente catalán, el socialista Salvador Illa (PSC/PSOE), Puigdemontlíder del partido separatista de derecha Junts per Catalunya (JxCat), logró pronunciar un breve discurso ante unos 3.500 simpatizantes, en el lugar simbólico para los separatistas en la capital catalana, el Arco de Triunfo.
Nadie se explica cómo consiguió llegar allí sin ser detectado ni detenido por los Mossos d’Esquadra, a no ser que hubiera un “pacto tácito” para dejarle hablar, como se ha especulado en los medios españoles.
“No sé cuándo nos volveremos a ver. Pero cuando nos volvamos a ver, podremos gritar juntos el grito con el que ahora terminaré: Viva Cataluña libre”. Puigdemont fijado.
Después de su discurso, fue visto por última vez dirigiéndose entre la multitud hacia el edificio del parlamento regional, pero desde entonces ha «desaparecido».
Mientras tanto, los Mossos d’Esquadra detuvieron este jueves a un agente acusado de ayudar a Puigdemont a huir en un coche, después de que éste se dirigiera a la concentración de JxCat, socio de Euractiv. EFE reportado.
Los Mossos d’Esquadra han puesto en marcha la Operación Jaula para localizar al exlíder separatista, con controles de carreteras por toda la ciudad.
Para vergüenza de las autoridades españolas, el líder separatista pudo caminar libremente por el centro de Barcelona como un turista más, a pesar de estar sujeto a una orden de arresto nacional.
Aunque los cargos de traición y terrorismo contra él fueron retirados como parte del muy controvertido acuerdo de amnistía con el gobierno del primer ministro español, Pedro Sánchez (PSOE/S&D) y la plataforma de izquierda Sumar, Puigdemont aún enfrenta cargos de malversación de fondos públicos. y enriquecimiento ilícito, en relación con la organización del referéndum ilegal sobre la independencia celebrado el 1 de octubre de 2017.
El Tribunal Supremo español En julio, el gobierno catalán dictaminó que el delito de malversación de fondos no estaba contemplado en la ley de amnistía, que protege a los líderes independentistas del procesamiento por su papel en el intento de secesión de ese año.
Sin embargo, la detención de Puigdemont podría amenazar la estabilidad del Gobierno de Sánchez.
La estabilidad del Gobierno de coalición PSOE-Sumar depende del apoyo de los siete diputados de JxCat y de los siete diputados del rival de izquierda independentista, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), en el Parlamento nacional.
Una nueva “humillación” para la democracia española
Si bien el gobierno de coalición o el PSOE no hicieron comentarios sobre el regreso de Puigdemont, el líder del principal partido de oposición de España, el Partido Popular (PP/PPE), Alberto Núñez Feijóocalificó lo sucedido en Barcelona como una “humillación insoportable”.
«Es doloroso ver en directo esta locura, de la que Pedro Sánchez es el principal responsable. Es imperdonable dañar así la imagen de España», afirmó Feijoo en X.
El secretario general del partido ultraderechista VOX, tercera fuerza en el Parlamento español, Ingacio Garriga, acusó a Sánchez de permitir que se “humillara” a España al tolerar una “concentración” de Puigdemont a escasos metros del Parlamento catalán, sin haber sido detenido.
“Nos ha tocado presenciar un absurdo, una anomalía democrática, ver a un delincuente, a un prófugo de la justicia, que ha sido capaz de realizar una concentración a escasos metros del parlamento, ante la pasividad del Gobierno de la nación, que ha demostrado una vez más que arrastra el orgullo de una patria por un interés personal”, dijo Garriga.
Pero, al igual que Houdini, al que bautizaron como Harry ‘Handcuff’, todo indicaba este jueves por la tarde que Puigdemont había conseguido «escapar» de la policía, tras su fugaz aparición en Barcelona, burlando una vez más a la justicia.
Esta es la segunda vez que el líder de JxCat logra evadir la acción policial y de la justicia.
El 30 de octubre de 2017, poco después del intento secesionista en Cataluña, el líder separatista huyó de España por la noche, escondido en el maletero de un coche, gracias a la ayuda de un pequeño grupo de policías regionales simpatizantes de la causa independentista.
[Edited by Rajnish Singh]