“Tú y yo compartimos los mismos puntos de vista sobre las causas, el curso y la lógica de la transformación en curso del panorama geopolítico global”, dijo.
Según él, un lugar especial en las relaciones entre Rusia y China lo ocupa la cooperación militar y técnico-militar, que contribuye a garantizar la seguridad de ambos estados y mantener la estabilidad en regiones clave. Moscú y Beijing fortalecerán la interacción entre sus fuerzas armadas.
El presidente agregó que se espera que Xi Jinping realice una visita de Estado a Moscú en la primavera de 2023, lo que debería demostrar al mundo entero las sólidas relaciones ruso-chinas y «convertirse en el principal evento político del año en las relaciones bilaterales». Putin llegó a China a principios de febrero, antes del inicio de la operación militar en Ucrania. Pekín apoyó entonces las demandas de Moscú de garantías de seguridad, incluida la negativa OTAN de moverse hacia el este.
Xi Jinping, a su vez, expresó la disposición de China «frente a una situación internacional difícil, lejos de ser inequívoca» para construir una cooperación estratégica con Rusia y «ser socios globales en beneficio de los pueblos de nuestros países y en interés de estabilidad en todo el mundo».
A fines de diciembre, el jefe adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, durante una reunión en Beijing con Xi Jinping, le transmitió el mensaje de Putin. Posteriormente, el Kremlin explicó que se refería a la asociación estratégica entre los dos países, así como a la situación internacional.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, calificó las relaciones entre Moscú y Beijing de «duras como una roca». “No están sujetos a interferencias y provocaciones, no temen cambios importantes en el mercado”, señaló.