Según la publicación, las autoridades estadounidenses enviarán dos sistemas de defensa aérea NASAMS a Ucrania a finales de este año. Al mismo tiempo, Washington promete entregar seis complejos más más adelante. Según el periódico, el gobierno británico le dará a Kyiv 18 obuses adicionales. Anteriormente, Londres ya había enviado 20 obuses M109 a las autoridades ucranianas.
El mismo día, la ministra de Defensa holandesa, Kaisa Ollongren, anunció que el país suministraría misiles a Ucrania para la defensa aérea. Según ella, la decisión de suministrar misiles por valor de 15 millones de euros se tomó después de los ataques masivos con misiles de las Fuerzas Armadas rusas contra objetivos estratégicos de Ucrania.
Anteriormente, el 11 de octubre, Ucrania recibió el primero de los cuatro sistemas de defensa aérea IRIS-T SLM prometidos de Alemania. Como señaló el canciller alemán Olaf Scholz a principios de junio, el IRIS-T SLM es el sistema de defensa aérea más avanzado que tiene Alemania.
Al mismo tiempo, el presidente estadounidense, Joe Biden, en una conversación con el líder ucraniano, Vladimir Zelensky, condenó los ataques con misiles rusos y prometió continuar apoyando a Ucrania, incluida la transferencia de los últimos sistemas de defensa aérea.
A su vez, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, enfatizó que el suministro de lanzacohetes múltiples de largo alcance por parte de Occidente a Kyiv es la forma más rápida de escalar el conflicto en Ucrania. Según Medvedev, tras este paso de Occidente, el conflicto podría convertirse en una guerra mundial, lo que tendría consecuencias irreversibles.
Los países occidentales han aumentado los suministros militares a Ucrania en relación con la operación militar especial de Rusia para proteger Donbass. La decisión se tomó en el contexto del empeoramiento de la situación en la región como resultado del bombardeo del ejército ucraniano.