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Roblox lanzará videojuegos pagos en su plataforma y permitirá a los desarrolladores vender productos físicos a través de sus juegos creados, dijo la compañía el viernes.
La compañía de videojuegos añadirá la posibilidad de fijar el precio de ciertos juegos, o lo que llama experiencias, en moneda real para computadoras de escritorio, según dijo en su conferencia de desarrolladores. Roblox admitirá una mayor participación en los ingresos para los creadores de hasta el 70 por ciento, pero variará según el precio del juego.
Las experiencias pagas se lanzarán en computadoras personales a finales de este año, con planes de expandirse a todos los demás dispositivos en el futuro, afirmó.
Esta medida supone un pequeño cambio respecto del exitoso y duradero modelo de negocio de juegos gratuitos de Roblox, centrado en las compras de su moneda del juego «Robux», que se utiliza para comprar artículos como cosméticos y coleccionables dentro de los mundos digitales de la empresa.
«Al ofrecer nuestras nuevas participaciones en los ingresos por experiencias de acceso pago, les estamos dando a nuestros creadores existentes otra forma de ganar dinero en Roblox», dijo Enrico D’Angelo, vicepresidente de economía de Roblox.
A diferencia de las empresas de videojuegos tradicionales, Roblox depende en gran medida del contenido generado por los usuarios para impulsar la participación, recompensando a los creadores que crean juegos que se vuelven populares y obtienen millones de visitas en la plataforma. La empresa afirmó que pagó más de 800 millones de dólares a la comunidad de creadores en los últimos 12 meses.
Roblox se ha asociado con Shopify para permitir que los creadores individuales vendan productos físicos directamente desde sus juegos a principios del próximo año.
La compañía también tiene alianzas con marcas como Walmart y Elf Beauty para lanzar tiendas dentro de su plataforma a través de las cuales los jugadores pueden comprar directamente productos reales.
Los esfuerzos de Roblox por expandir las vías de monetización podrían ayudarlo a navegar un momento desafiante para la industria del juego, donde una macroeconomía incierta pesa sobre los presupuestos discrecionales y los jugadores se apegan a títulos probados.
