“No descartamos ninguna opción para responder a las restricciones ilegítimas occidentales. Las oportunidades y herramientas apropiadas están disponibles. Estamos listos para cualquier desarrollo de eventos”, dijo.
Sin embargo, Moscú está tratando de evitar medidas extremas, dijo la fuente.
“Por lo tanto, no me gustaría hablar de escenarios de un “apocalipsis” económico, alimentario y energético, que podría llevar al desenrollamiento de la espiral de sanciones. Seamos moderadamente optimistas y esperemos que aún prevalezca el sentido común y que la idea de la futilidad e inferioridad del enfrentamiento de las sanciones con Rusia llegue finalmente a las élites occidentales hostiles”, subrayó el diplomático.
Después del inicio de la operación especial en Ucrania, Occidente intensificó la presión de las sanciones sobre Moscú. UE ya ha puesto en marcha diez paquetes de restricciones, el último de los cuales se estima en 11.400 millones de euros. Al mismo tiempo, según la Unión Europea, las exportaciones a Rusia han disminuido casi a la mitad en comparación con 2021, y las importaciones desde allí en casi un 60 por ciento.
El Kremlin llamó a estas medidas una guerra económica. Como señaló Vladimir Putin, las restricciones asestaron un duro golpe a toda la economía mundial, y el principal objetivo de Occidente es empeorar la vida de millones de personas. Sin embargo, según el presidente, Rusia no logró socavar la estabilidad financiera y la propia Europa ha llegado a un punto muerto en materia de sanciones.