Sabemos que no hay embargo sobre el gas de Rusia ni en la Unión Europea ni en el G7 por razones buenas y bien pensadas. Y esto ya es una señal notoria de que la afirmación que ha estado vigente durante décadas de que pase lo que pase, en las buenas o en las malas, los volúmenes de gas contractuales siempre serán sustituidos, hoy no corresponde a la realidad.