Este es un gran logro en la lucha por los derechos humanos básicos después de que la revocación de Roe permitió a los estados imponer crueles y mortales prohibiciones del aborto a mujeres y niñas.
La prohibición del aborto de seis semanas en Georgia en 2019, que se implementó en 2022, fue anulada hoy por un juez del condado de Fulton, por lo que la prohibición del aborto ya no se puede hacer cumplir en el estado de Peach. Las clínicas ahora pueden reanudar la atención esencial.
El juez superior del condado de Fulton, Robert McBurney, ordenó que los abortos se regulen como antes, lo que, como escribe el Atlanta Journal Constitution, “lo que significa que el procedimiento se permite nuevamente hasta aproximadamente las 22 semanas de embarazo”.
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“Una revisión de las interpretaciones de la ‘libertad’ de nuestros tribunales superiores demuestra que la libertad en Georgia incluye en su significado, en sus protecciones y en su conjunto de derechos el poder de una mujer de controlar su propio cuerpo, de decidir lo que le sucede y en él, y rechazar la interferencia estatal en sus opciones de atención médica”, dictaminó McBurney. “Ese poder, sin embargo, no es ilimitado. Cuando un feto que crece dentro de una mujer alcanza la viabilidad, cuando la sociedad puede asumir el cuidado y la responsabilidad de esa vida separada, entonces, y sólo entonces, la sociedad podrá intervenir”.
Amnistía Internacional dice que el aborto es un derecho humano y menciona específicamente la libertad: “Derechos a la libertad y a la seguridad de la persona: la protección contra la detención arbitraria e injusta y el Estado injusto interfiere con la vida de las personas, incluso con respecto a las decisiones sobre el embarazo y la vida familiar. Las leyes penales sobre el aborto infunden miedo en torno a la búsqueda de un aborto y servicios de emergencia para complicaciones relacionadas con el embarazo, incluidas aquellas debidas a abortos espontáneos, debido al miedo a la cárcel. La penalización del aborto obliga a las personas embarazadas a someterse a abortos inseguros y viola sus derechos a la seguridad personal y a la integridad física”.
La prohibición del aborto en Georgia ya ha sido considerada responsable de la muerte evitable, y tal vez incluso asesinato, de una joven madre. ProPublica señala: «…ProPublica obtuvo informes que confirman que al menos dos mujeres ya han muerto después de no poder acceder a abortos legales y atención médica oportuna en su estado. Es casi seguro que hay otras».
Las prohibiciones del aborto en Texas y otros estados tampoco han logrado proteger la salud, la libertad y la privacidad de cualquier persona que pueda quedar embarazada.
La atención del aborto es atención médica. El aborto es un derecho humano. Es un asunto privado que no tiene nada que ver con el Estado.
Es necesaria una ley federal para proteger a las personas embarazadas en todo este país de la crueldad que tan a menudo viene después de la fariseísmo, porque estas personas seguirán intentándolo hasta que las detengan, a pesar de que ahora son los asesinos que tanto creen. Acusar cruel e ignorantemente a otros de serlo.