Es probable que los combatientes salgan a las calles en las primeras horas del lunes y muchos se dirijan a Pretoria, donde se encuentra la sede del poder.
El líder del partido EFF, Julius Malema. Imagen: @EFFSouthAfrica/Twitter
JOHANNESBURGO – En solo unas horas, Julius Malema y su partido político, Economic Freedom Fighters (EFF) intentarán cerrar el país.
Está instando a los miembros del partido a protestar con toda su fuerza y sin miedo.
Algunos líderes gubernamentales han advertido que esto será un intento de provocar la anarquía y el cambio de régimen a través de medios inconstitucionales.
Mientras que la principal oposición, la Alianza Democrática (DA), ha intentado detener la marcha tanto a nivel nacional como en Ciudad del Cabo, los boinas rojas piden que se ponga fin al desprendimiento de cargas y que el presidente Cyril Ramaphosa renuncie.
La EFF en sus 10 años de existencia ha realizado varias marchas, pero se espera que la del lunes sea diferente.
Esto es evidente en la forma en que la policía y la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica han respondido al inminente cierre nacional.
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Pero el partido se mantiene firme e insiste en que paralizará el país.
Malema, durante un discurso a los miembros del partido en Soweto el viernes, emitió esta instrucción:
“Todas las carreteras principales, M1, M2, todas esas carreteras… cuando despierten, cada puente debe tener una pancarta blanca que diga que el presidente Cyril Ramaphosa debe irse porque esos son nuestros puentes”.
Es probable que los combatientes salgan a las calles en las primeras horas del lunes y muchos se dirijan a Pretoria, donde se encuentra la sede del poder.
Mientras tanto, Malema insiste en que la suya es una protesta pacífica, pero ha pedido a los miembros que tomen represalias si son provocados.