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FARNBOROUGH, Inglaterra: Los líderes de la aviación se reunirán en una cumbre destacada en las afueras de Londres el lunes mientras la industria lucha con interrupciones en la cadena de suministro, retrasos en los aviones y planes fallidos para reducir las emisiones de carbono.
El Salón Aeronáutico de Farnborough, que se celebra del 22 al 26 de julio y en el que se reúnen los principales ejecutivos de aerolíneas, fabricantes de aviones y fabricantes de armas, ha sido a menudo un festival de pedidos de aviones de pasajeros de Boeing y Airbus.
Muchos delegados dijeron que no se espera que el evento produzca una avalancha de pedidos, ya que Airbus lucha por alcanzar sus objetivos de producción y Boeing adopta una postura discreta en medio de su crisis de seguridad, que se desencadenó cuando un panel de una puerta salió volando de un avión 737 MAX en enero.
Algunos acuerdos se concretarán, dijeron los delegados. Virgin Atlantic está cerca de realizar un pedido adicional de Airbus A330neos y Flynas, una aerolínea de bajo costo saudí, está lista para encargar hasta 30 de los mismos aviones de fuselaje ancho, dijeron fuentes de la industria.
Se espera que Japan Airlines concrete sus pedidos tentativos de aviones y Boeing está viendo interés en alquilar su 737 MAX, mientras que Turkish Airlines está en medio de negociaciones para comprar aviones Boeing, dijeron fuentes de la industria. Las compañías declinaron hacer comentarios.
Los directivos del sector también estarán atentos a cualquier otra señal de debilidad en la demanda de pasajeros aéreos tras una serie de advertencias sobre beneficios por parte de las aerolíneas. Ryanair, una de las aerolíneas de bajo coste más importantes, presentará sus resultados trimestrales el lunes.
Como la actividad de acuerdos es limitada, es probable que la atención se centre en cómo eliminar los bloqueos en la cadena de suministro y acelerar la entrega de aviones a las aerolíneas frustradas.
La aviación se vio duramente afectada por la pandemia, que provocó un colapso de los viajes aéreos para luego recuperarse con fuerza. Esto ha obligado a muchas empresas a luchar para resolver la escasez de mano de obra y de repuestos.
La situación se ha visto agravada por una crisis en espiral en Boeing, que ha tenido que reducir la producción de su avión más vendido, el 737 MAX, tras la explosión de la puerta.
Stephanie Pope, directora de aviones comerciales de Boeing, dijo en una conferencia de prensa el domingo que la producción del 737 MAX estaba mejorando y que la compañía estaba experimentando un «cambio transformacional» en seguridad y cultura corporativa.
El presidente ejecutivo de Airbus, Guillaume Faury, también dijo a los periodistas el domingo que el fabricante de aviones estaba haciendo progresos en el aumento de la producción de sus principales aviones de pasajeros.
TURBULENCIA POLÍTICA
Las empresas aeroespaciales y de defensa, que dependen en gran medida de programas financiados por el gobierno, están evaluando de cerca un período político turbulento en las democracias occidentales, con un nuevo gobierno laborista en Gran Bretaña, un parlamento fragmentado en Francia y una elección en Estados Unidos en noviembre.
«Estamos realmente en un mundo que cambia constantemente… muy volátil, muy impredecible y bastante desafiante para las industrias», dijo Faury a los periodistas el domingo.
Los comentarios de Faury resultaron ser proféticos. Aproximadamente una hora después, el presidente estadounidense Joe Biden anunció que ponía fin a su campaña de reelección y apoyó a la vicepresidenta Kamala Harris para reemplazarlo.
El espectáculo aéreo de esta semana estará plagado de paneles y talleres sobre sostenibilidad, mientras los gigantes aeroespaciales y las aerolíneas buscan enfatizar su compromiso con la reducción de las emisiones de carbono, incluso mientras planean expandir masivamente los viajes aéreos globales.
En materia de defensa, la atención se centrará en Ucrania, en posibles retrasos en el futuro caza estadounidense F-22, cuyo nombre código es NGAD, y en una revisión de la defensa por parte del nuevo gobierno laborista británico.
Se espera que el primer ministro británico, Kier Starmer, asista al evento aéreo el lunes. Los ejecutivos de defensa estarán atentos a cualquier señal sobre el impacto que la revisión del Partido Laborista podría tener en sus programas.
