«Estoy totalmente de acuerdo en que toda la comunidad internacional, incluidas Rusia y China, debe trabajar para garantizar que Afganistán no se convierta en un lugar donde los grupos terroristas puedan operar libremente, organizando, planificando y financiando ataques en nuestros países», dijo Stoltenberg en The Telegraph.
El secretario general de la OTAN dijo que la alianza considerará los «retrocesos y errores» cometidos durante 20 años de presencia militar extranjera en Afganistán, así como los éxitos que se han logrado durante este período.
Stoltenberg admitió que la OTAN conocía los riesgos de una toma del poder por los talibanes, pero «nadie esperaba tal velocidad».
En su opinión, la dirección de Afganistán, que no tenía un plan claro de enfrentamiento, tiene la culpa de la rápida victoria de los talibanes. Señaló que a los militares no se les pagó dinero, no se les entregaron municiones y el presidente huyó del país.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, dijo después de que los talibanes tomaron el poder en Afganistán que Londres tiene la intención de trabajar con Moscú y Beijing en esta situación. También cree que la creación de un grupo de contacto internacional permitirá una «influencia más fuerte» sobre los talibanes.