Siete personas murieron y otras cuatro resultaron heridas cuando un vehículo que transportaba migrantes se estrelló contra una floristería en Hungría cuando el conductor intentaba esquivar a la policía, dijeron las autoridades el martes (14 de diciembre).
El conductor serbio, que estaba entre los heridos, fue arrestado después del accidente el lunes por la noche en Morahalom, una ciudad en la frontera entre Hungría y Serbia, según un comunicado de la policía.
Estaba acelerando para evitar un control policial, dijo, sin dar detalles de las víctimas. Un portavoz de la policía dijo a la AFP que todas las víctimas eran hombres.
Las imágenes del accidente mostraron que la pared de la tienda estaba parcialmente destruida, aunque la policía dijo que nadie en el interior resultó herido. El vehículo, que volcó, estaba matriculado en Serbia.
El primer ministro Viktor Orbán, conocido por su postura migratoria de línea dura, erigió una valla fronteriza entre Hungría y Serbia en 2015 para evitar que las personas que ingresan a la UE en busca de asilo.
El accidente mostró «las graves consecuencias de la migración ilegal», dijo Gyorgy Bakondi, jefe de seguridad interna, al canal de televisión pública M1.
Andras Lederer del grupo de derechos de los refugiados Comité Húngaro de Helsinki (HHC) dijo que sospechaba que los que estaban en el vehículo cruzaron la frontera a pie antes de ser recogidos por un contrabandista.
El año pasado, Hungría cerró los campos fronterizos que albergaban a los solicitantes de asilo después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJCE) dictaminara que las condiciones en ellos equivalían a detención.
Desde entonces se ha vuelto prácticamente imposible buscar asilo en Hungría, ya que las nuevas reglas dicen que los solicitantes de asilo deben registrarse primero en una de las embajadas del país en el extranjero.
Hungría ha ignorado hasta ahora un fallo contra la policía por deportar de forma indiscriminada y a menudo violenta a solicitantes de asilo.
En la peor tragedia migratoria vinculada a Hungría en los últimos años, 71 personas se asfixiaron y fueron encontradas muertas en un camión que viajaba desde el país y abandonadas en una carretera austriaca en 2015.
En 2019, un tribunal húngaro condenó a cadena perpetua a cuatro traficantes por las muertes.