La frágil nación del Cuerno de África ha tenido problemas para celebrar elecciones, con votaciones retrasadas por más de un año, acosada por disputas políticas y una insurgencia islamista latente.
ARCHIVO: El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed (derecha), conocido como Farmajo, habla durante una ceremonia de clausura después de llegar a un acuerdo con los líderes estatales sobre los términos de una nueva elección, en el Consejo Consultivo Nacional sobre Elecciones en Mogadiscio, Somalia, el 27 de mayo. 2021. Imagen: Abdirahman Yusuf/AFP
MOGADISHU, Somalia – Somalia extendió el viernes su fecha límite para terminar de votar por la cámara baja del parlamento, el último de una serie de retrasos en las elecciones que corren el riesgo de privar al país de fondos presupuestarios.
La frágil nación del Cuerno de África ha tenido problemas para celebrar elecciones, con votaciones retrasadas por más de un año, acosada por disputas políticas y una insurgencia islamista latente.
Las elecciones a la cámara baja debían completarse el viernes y allanarían el camino para que los legisladores elijan un presidente.
Pero el viceministro de Información, Abdirahman Yusuf, dijo que la fecha límite ahora se ha revisado al 15 de marzo.
«El Consejo Consultivo Nacional… expresó su decepción por no poder cumplir con el plazo», dijo el ministro en un discurso televisado.
El anuncio se produjo días después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtiera que podría tener que detener su programa en Somalia si las elecciones se posponían nuevamente.
El programa del FMI debe revisarse a mediados de mayo, pero los retrasos en las elecciones significan que una nueva administración puede no estar lista para respaldar las reformas planificadas a tiempo, lo que obligará a detenerlo automáticamente, dijo a la AFP Laura Jaramillo Mayor, jefa de la misión del fondo en Somalia.
Las elecciones estaban originalmente programadas para hace un año, pero se retrasaron cuando el presidente Mohamed Abdullahi Mohamed, más conocido por su apodo Farmajo, intentó extender su mandato.
El mandato de cuatro años de Farmajo expiró en febrero del año pasado, pero el parlamento lo prorrogó de manera controvertida en abril, lo que desencadenó tiroteos mortales en las calles de Mogadishu.
El primer ministro Mohamed Hussein Roble luego negoció un nuevo calendario electoral, pero en los meses siguientes, una amarga rivalidad entre él y Farmajo descarriló el proceso nuevamente.
La comunidad internacional ha expresado temores de que los retrasos en las elecciones, así como la disputa entre Farmajo y el primer ministro Mohamed Hussein Roble, puedan desencadenar nuevos problemas para un país que ha carecido de un gobierno estable durante tres décadas.
El mes pasado, Estados Unidos amenazó con imponer sanciones si el país no cumplió con la fecha límite del viernes.
Las elecciones de Somalia siguen un modelo indirecto complejo.
Se asignan casi 30.000 delegados de clanes para elegir 275 diputados para la cámara baja, mientras que las legislaturas estatales eligen senadores para la cámara alta, un proceso que ya se ha completado.
Una vez concluida la elección de la cámara baja, ambas asambleas votan por el próximo presidente.
Hasta el momento se han elegido unos 175 miembros de la cámara baja.