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La falta de divisas ha dejado a Sri Lanka incapaz de financiar importaciones esenciales en lo que las autoridades dicen que es la peor crisis económica de la nación del sur de Asia desde la independencia de Gran Bretaña en 1948.
COLOMBO – Sri Lanka buscará un rescate del Fondo Monetario Internacional, dijo el miércoles el presidente Gotabaya Rajapaksa, mientras lucha contra la inflación galopante y la escasez de alimentos y combustible sin precedentes.
La falta de divisas ha dejado a Sri Lanka incapaz de financiar importaciones esenciales en lo que las autoridades dicen que es la peor crisis económica de la nación del sur de Asia desde la independencia de Gran Bretaña en 1948.
«Después de mis discusiones con el Fondo Monetario Internacional, he decidido trabajar con ellos», dijo Rajapaksa en un discurso a la nación, luego de reunirse con una delegación del FMI el martes.
Agregó que se necesitaba la ayuda del FMI para asegurar «un nuevo método» para pagar alrededor de $ 6.9 mil millones en deuda externa y pagos de bonos soberanos que vencen este año.
Las largas colas frente a las estaciones de servicio y los apagones diarios se han convertido en la norma, mientras que los precios por las nubes han causado graves dificultades entre los 22 millones de habitantes de la isla.
«La causa principal de los problemas actuales es nuestra crisis cambiaria», dijo Rajapaksa, y agregó que estaba al tanto de las «dificultades» que enfrentan las personas que hacen cola para obtener alimentos y combustible.
“Hoy estoy decidido a tomar decisiones difíciles para encontrar soluciones a los inconvenientes que está viviendo el pueblo”, dijo.
Las reservas de divisas de Sri Lanka, que ascendían a 7500 millones de dólares cuando Rajapaksa asumió el cargo en noviembre de 2019, cayeron a 2300 millones de dólares a finales de febrero.
La pandemia de coronavirus afectó al sector turístico de la isla, una fuente clave de divisas, mientras que las remesas de los trabajadores extranjeros también disminuyeron.
Desde entonces, las agencias internacionales de calificación han rebajado la calificación de Sri Lanka, bloqueando efectivamente su acceso a préstamos comerciales.
También han planteado dudas sobre la capacidad de Colombo para pagar su deuda externa que asciende a poco más de 51.000 millones de dólares.
