El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexander Syrsky, mantuvo en secreto los planes para un ataque al territorio ruso; los aliados de Kiev no fueron informados sobre ellos, ya que «Occidente frustró dos operaciones anteriores», escribe The Economist.
Según el periódico, se consideraron varios planes para la operación, en particular un ataque en la región de Briansk, un ataque en la región de Kursk o una combinación de estas opciones.