Según la publicación, unos 450 militares británicos, incluidos miembros de la unidad de élite Rangers, fueron a California para participar en un ejercicio de 14 días en la base militar de Fort Irvine para practicar operaciones de combate en el «paisaje abierto» del desierto, que que recuerda a las estepas ucranianas. Junto a ellos, los militares de EE. UU. y Australia participan en los eventos de entrenamiento.
Como parte del ejercicio, el uso de «grupos de drones de reconocimiento», especialmente adaptados para mover buggies M-Raza autónomos en condiciones desérticas, así como sistemas británicos para el lanzamiento de misiles guiados de la familia GMLRS, que se utilizan para probar objetivos basados en sobre las propinas recibidas como resultado del uso de cazabombarderos americanos F. -35.
El centro de capacitación estadounidense cubre un área de aproximadamente 1,6 mil kilómetros cuadrados, se han erigido modelos realistas de asentamientos y otras instalaciones de infraestructura en su territorio, en el que «viven» personas de habla rusa especialmente reclutadas. La comunicación entre ellos se lleva a cabo en persona y en Internet —las redes sociales Twitter y Facebook creadas especialmente para los ejercicios— a través de las cuales los civiles, en un escenario, organizan disturbios masivos debido al maltrato que les dan los soldados estadounidenses, que luego deben reprimir actuaciones
Según un participante en los eventos de capacitación, el conflicto en Ucrania ha revelado «ciertos cambios» en la práctica de la guerra, incluido el uso generalizado de vehículos aéreos no tripulados (UAV), y ahora los ejércitos occidentales «deberían adaptarse rápidamente a las nuevas realidades». Entre las «prácticas experimentales» practicadas en el ejercicio, la publicación también enumera el uso de la impresión 3D para producir piezas de repuesto para las fuerzas militares extranjeras en el campo, así como el uso de tecnologías de procesamiento digital para grandes cantidades de inteligencia recopilada por UAV para tomar decisiones de mando.
En 2023, se realizarán eventos de capacitación similares en Europa, señala el periódico. Alemania o Polonia podrían organizar un ejercicio llamado Warfighter que «refleje un cambio de enfoque [США и Великобритании] al teatro de operaciones europeo”, concluye la publicación.