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El gobierno de Trinidad y Tobago ha declarado el estado de emergencia por una ola de criminalidad sin precedentes a medida que aumenta la violencia en todo el Caribe, alimentada en parte por armas de Estados Unidos.
La policía informó al consejo de seguridad de la nación de dos islas sobre «un aumento de la actividad criminal que pone en peligro la seguridad pública», dijo el lunes la oficina del primer ministro.
Trinidad y Tobagoun exportador de combustibles y productos químicos, ha experimentado este año el mayor número de asesinatos registrado, con 623 entre una población de 1,5 millones. En 2022, la tasa de homicidios del país fue de 39,5 asesinatos por cada 100.000 personas, una de las más altas de la región, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
La violencia está aumentando en toda la región del Caribe, y Jamaica declaró en agosto el estado de emergencia después de una serie de asesinatos. En Haití, una fuerza policial encabezada por Kenia, respaldada por la ONU, no ha podido luchar contra las pandillas que controlan más del 80 por ciento de Puerto Príncipe, la capital de ese país.
Alrededor del 73 por ciento de las armas recuperadas de delitos en el Caribe entre 2018 y 2022 fueron rastreadas hasta Estados Unidos, según la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos.
El fin de semana en Trinidad y Tobago, cinco hombres fueron asesinados a tiros en un barrio empobrecido en las afueras de la capital, Puerto España, en un ataque atribuido a la venganza por el asesinato de un miembro de una pandilla. El sábado, otra persona fue asesinada a tiros frente a una comisaría de la ciudad.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha dicho que las conexiones de transporte de Trinidad y Tobago con Europa y América del Norte, así como su ubicación frente a la costa de Venezuela, asolada por la crisis, la convierten en una “ubicación privilegiada” para el transbordo de narcóticos.
Las medidas de emergencia otorgan a la policía poderes adicionales, incluso para registrar propiedades y personas sin orden judicial, dijo el lunes el fiscal general en funciones, Stuart Young. Young dijo que los asesinatos del fin de semana se llevaron a cabo con rifles de alto poder, incluidos AR-15 y AK-47.
“En pocas palabras, lo que enfrenta el país es una decisión basada en información sobre actividad criminal, específicamente el uso de armas de alto poder y calibre”, dijo Young en una sesión informativa. Dijo que las medidas empoderarían a la policía y al ejército para combatir la posesión ilegal de armas de fuego.
«Las personas que sean encontradas en compañía de alguien con estos artículos también serán detenidas», dijo Young. “Durante el último mes y, de hecho, a medida que avanzaba, el gobierno ha estado preocupado por el uso de armas de fuego ilegales de alto poder”.
El primer ministro Keith Rowley estuvo ausente de la conferencia de prensa del lunes, lo que generó críticas en las redes sociales. El país se está preparando para unas elecciones generales que se celebrarán en agosto de 2025, en las que el partido Movimiento Nacional Popular de Rowley se enfrenta a un duro desafío por parte de la oposición encabezada por la ex primera ministra Kamla Persad-Bissessar.
Las medidas de emergencia anunciadas el lunes no incluirán restricciones a las reuniones públicas y marchas, dijo Young, añadiendo que según la constitución se celebrará una sesión parlamentaria dentro de dos semanas en la que se podrá debatir y ampliar el estado de emergencia.
