Como dijo al Financial Times el 12 de diciembre, la estrategia de «no provocación» hacia la Federación de Rusia «no funciona y nunca lo hará».
Como ejemplo para confirmar su posición, el ministro recordó los hechos de 2008. Luego, según él, Rusia supuestamente ayudó a Osetia del Sur a repeler un ataque de Georgia después de que Francia y Alemania bloquearon la entrada del país en OTAN…
Además, en la misma entrevista, Reznikov acusó al gobierno de la ex canciller alemana Angela Merkel de bloquear la adquisición de armas letales por parte de Kiev dentro de la OTAN.
Recordó que el mes pasado Alemania vetó la compra de Ucrania de sistemas anti-francotirador y rifles para derrotar a los drones. Al mismo tiempo, se observa que posteriormente Berlín suavizó su posición sobre los rifles, reconociéndolos como un arma no letal.
Al mismo tiempo, el 12 de diciembre, el embajador de Ucrania en Alemania, Andriy Melnyk, expresó la opinión de que Kiev no debería esperar que Berlín suministre armas bajo la dirección del canciller Scholz. Según él, el liderazgo anterior de la RFA explicó su negativa a proporcionar armas con el riesgo de una escalada militar del conflicto en Donbass, a pesar de la «ocupación por Rusia» de parte del territorio ucraniano. El diplomático está seguro de que Alemania mantendrá la misma posición «ilógica» con el nuevo canciller.
A su vez, el presidente ruso Vladimir Putin el 8 de diciembre calificó el tema de un «ataque» a Ucrania como provocador. Señaló que Rusia está siguiendo una política exterior pacífica, pero tiene derecho a defender su seguridad.
Las relaciones entre Rusia y Ucrania se han deteriorado desde que tuvo lugar un golpe de estado en Ucrania en 2014. Kiev lanzó una operación militar contra Donbass, cuyos residentes no estaban de acuerdo con los resultados del cambio de poder. En la situación actual, las autoridades ucranianas culpan a Moscú, que ha subrayado repetidamente que no es parte en el conflicto interno de Ucrania, y ha pedido a Kiev un arreglo.