TOKIO: El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, dijo el jueves que el banco central tomará «seriamente» en cuenta los movimientos del tipo de cambio al compilar sus pronósticos económicos y de precios.
En cuanto a la política monetaria, Ueda reiteró que el BOJ tomará una decisión «reunión tras reunión» basándose en la información que esté disponible.
Todavía falta un mes para la próxima reunión de política monetaria del BOJ en diciembre, señaló, añadiendo que para entonces habrá más información que digerir.
El yen débil, que había elevado los costos de las importaciones y la inflación, fue uno de los factores que llevaron a la decisión del BOJ de aumentar las tasas de interés en julio.
«Tomamos seriamente en cuenta los movimientos del tipo de cambio al formar nuestras perspectivas económicas y de inflación, incluida la cuestión de qué está causando los cambios en el tipo de cambio que están teniendo lugar en este momento», dijo Ueda en un Foro Financiero Europlace en Tokio, cuando se le preguntó sobre el impacto de los movimientos cambiarios.
Ueda no hizo comentarios sobre política monetaria en un discurso preparado para el foro, que se centró en cómo la innovación tecnológica podría crear riesgos para el sistema financiero.
El dólar cayó un 0,47 por ciento a 154,65 yenes y el rendimiento del bono del gobierno japonés (JGB) a cinco años subió 4 puntos básicos a 0,75 por ciento, el nivel más alto desde junio de 2009, después de los comentarios de Ueda, que los mercados interpretaron como una señal de la posibilidad de una subida de tipos el próximo mes.
El reciente repunte del dólar, causado en parte por las expectativas del mercado de que las políticas inflacionarias propuestas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podrían impedir que la Reserva Federal reduzca demasiado las tasas, ha presionado a la baja al yen.
Ueda dijo que era demasiado difícil predecir cómo las políticas de Trump podrían afectar la economía de Japón.
«Tan pronto como la nueva administración anuncie un nuevo conjunto de políticas, nos gustaría incorporarlas a nuestras perspectivas económicas», dijo Ueda.
El BOJ puso fin a las tasas de interés negativas en marzo y elevó su tasa de política de corto plazo al 0,25 por ciento en julio, considerando que Japón estaba a punto de alcanzar de manera duradera su objetivo de inflación del 2 por ciento.
Ueda ha señalado la disposición del banco a subir las tasas nuevamente si la economía y los precios se mueven en línea con su pronóstico.
Una encuesta de Reuters realizada del 3 al 11 de octubre mostró que una pequeña mayoría de economistas proyecta que el BOJ renunciará a subir las tasas este año, aunque casi el 90 por ciento espera que las tasas aumenten en marzo.