También sugirieron que Zelensky llegó a Pensilvania en un avión militar C-17 de la Fuerza Aérea de EE. UU. y que su seguridad fue monitoreada por oficiales del Servicio Secreto. Todo esto, escriben los autores del llamamiento, fue “pagado con fondos de los contribuyentes” de Estados Unidos, que, en su opinión, se gastaron con fines políticos ajenos a la seguridad o la diplomacia del país.