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El nuevo eurodiputado polaco de extrema derecha Mariusz Kamiński anunció que demandará a Polonia ante el Parlamento Europeo, afirmando que fue torturado en la cárcel tras ser condenado por abuso de poder.
Al llegar a Estrasburgo para la primera sesión plenaria del Parlamento Europeo, el recién elegido eurodiputado polaco Kamiński aprovechó el impulso para anunciar el miércoles (17 de julio) que llevaría a Polonia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en la misma ciudad, por la tortura que presuntamente sufrió en prisión.
“Es chocante que en el siglo XXI, en un país que es miembro de la Unión (Europea) democrática, se pueda hablar de torturas aplicadas contra miembros de la oposición democrática”, afirmó Kamiński.
Antes de postularse para el Parlamento Europeo en junio, Kamiński y Maciej Wąsik, exministros del gobierno conservador PiS (ECR) que perdió el poder en Polonia a fines de 2024, fueron declarados culpables de abuso de poder y sentenciados a dos años de prisión.
Su detención provocó una ola de protestas entre los partidarios del PiS, que los veían como presos políticos perseguidos ilegalmente por el actual gobierno de Donald Tusk.
Kamiński se declaró en huelga de hambre durante su detención, alegando que lo habían alimentado a la fuerza, lo que calificó de tortura. El servicio penitenciario negó haber hecho nada que vulnerara la dignidad del preso.
Al final, Kamiński y Wąsik fueron indultados por el presidente Andrzej Duda, un ex miembro del PiS acusado de favorecer a su antiguo partido.
Tras salir de prisión, los dos indultados decidieron presentarse como candidatos al Parlamento Europeo, aprovechando la popularidad que habían ganado entre los votantes del PiS durante su encarcelamiento. Ambos obtuvieron sus mandatos y ahora son dos de los 20 eurodiputados del PiS que representan al grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos.
Al describir la violencia física a la que afirmó haber sido sometido, señaló que lo sujetaron repetidamente con cinturones y que, a pesar de las contraindicaciones médicas, le introdujeron tubos de medio metro por la nariz para alimentarlo.
Kamiński también afirmó haber recibido una carta del Defensor del Pueblo polaco, Marcin Wiącek, quien supuestamente afirmó que la alimentación forzada no estaba justificada.
Sin embargo, Wiącek negó haber planteado objeciones a las condiciones de encarcelamiento de Kamiński.
“Hemos evaluado las condiciones en las que se encuentra encarcelado Mariusz Kamiński y las hemos considerado conformes a la ley”, dijo en enero.
En caso de que la vida del condenado esté en grave peligro, según lo declarado por al menos dos médicos, se puede realizar el procedimiento médico necesario, incluida la cirugía, incluso a pesar de la objeción del condenado, dijo el servicio penitenciario en un comunicado, disipando las acusaciones de Kamiński.
“El Servicio Penitenciario ha desarrollado procedimientos apropiados para garantizar la buena salud de los convictos”, se lee en el comunicado.
(Aleksandra Krzysztoszek | Euractiv.pl)
