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Los riesgos de enfermedades cardíacas en las mujeres y su necesidad de comenzar a tomar medicamentos preventivos deberían evaluarse cuando tienen alrededor de 30 años y no mucho después de la menopausia, como se hace ahora, dijeron investigadores que publicaron un estudio el sábado.
Al presentar los resultados en la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología en Londres, dijeron que el estudio mostró por primera vez que análisis de sangre simples permiten estimar el riesgo de enfermedad cardiovascular de una mujer durante las próximas tres décadas.
«Esto es bueno para los pacientes, en primer lugar, pero también es información importante para (los fabricantes de) medicamentos para reducir el colesterol, medicamentos antiinflamatorios y medicamentos para reducir la lipoproteína (a): las implicaciones para la terapia son amplias», dijo el líder del estudio, el Dr. Paul Ridker del Brigham and Women’s Hospital en Boston.
Las pautas actuales “sugieren a los médicos que, en general, no se debería considerar a las mujeres para recibir terapias preventivas hasta que tengan entre 60 y 70 años. Estos nuevos datos… demuestran claramente que nuestras pautas deben cambiar”, afirmó Ridker. “Debemos ir más allá de los debates sobre el riesgo a 5 o 10 años”.
Los 27.939 participantes en el estudio a largo plazo de la Iniciativa de Salud de la Mujer se hicieron análisis de sangre entre 1992 y 1995 para medir el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C o “colesterol malo”), que ya forman parte de la atención médica de rutina.
También les realizaron pruebas para detectar la proteína C reactiva de alta sensibilidad (PCR-us), un marcador de inflamación de los vasos sanguíneos, y la lipoproteína(a), un tipo de grasa determinada genéticamente.
En comparación con los riesgos en mujeres con los niveles más bajos de cada marcador, los riesgos de eventos cardiovasculares importantes como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares durante los siguientes 30 años fueron 36 por ciento más altos en mujeres con los niveles más altos de LDL-C, 70 por ciento más altos en mujeres con los niveles más altos de hsCRP y 33 por ciento más altos en aquellas con los niveles más altos de lipoproteína (a).
Las mujeres en las que los tres marcadores estaban en el rango más alto tenían 2,6 veces más probabilidades de sufrir un evento cardiovascular importante y 3,7 veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular durante las siguientes tres décadas, según un informe del estudio en The New England Journal of Medicine publicado para coincidir con la presentación en la reunión.
“Los tres biomarcadores son completamente independientes entre sí y nos informan sobre los diferentes problemas biológicos que enfrenta cada mujer”, dijo Ridker.
“Las terapias que podríamos utilizar en respuesta a un aumento en cada biomarcador son marcadamente diferentes, y los médicos ahora pueden apuntar específicamente al problema biológico de cada persona”.
Si bien los medicamentos que reducen el colesterol LDL y la PCRus están ampliamente disponibles (incluidas las estatinas y ciertas píldoras para la presión arterial alta y la insuficiencia cardíaca), los medicamentos que reducen los niveles de lipoproteína (a) aún están en desarrollo por empresas como Novartis, Amgen, Eli Lilly y Silence Therapeutics, con sede en Londres.
En algunos casos, pueden resultar útiles cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio y dejar de fumar.
La mayoría de las mujeres que participaron en el estudio eran estadounidenses blancas, pero los hallazgos probablemente “tendrán un impacto aún mayor entre las mujeres negras e hispanas, entre quienes hay una prevalencia aún mayor de inflamación no detectada y no tratada”, dijo Ridker.
“Este es un problema mundial”, añadió. “Necesitamos un examen universal para detectar la PCRus… y la lipoproteína(a), de la misma manera que ya tenemos un examen universal para el colesterol”.
