El tribunal superior de la UE el martes (14 de diciembre) dictaminó que Bulgaria debe emitir un documento de identidad o pasaporte al bebé apátrida de una pareja del mismo sexo de Bulgaria y Gibraltar.
El caso se refiere a una niña que nació en 2019 en España, donde se le entregó un certificado de nacimiento que enumera a sus dos madres como padres. Pero no pudo recibir la ciudadanía española ya que ninguna de las mujeres es española.
La madre gibraltareña tampoco pudo transmitir su ciudadanía británica al bebé, ya que no nació en Gran Bretaña ni en Gibraltar.
La ciudadanía búlgara seguía siendo la única opción que permitiría viajar al bebé. Pero como Bulgaria no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y no reconoce los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en el extranjero, las autoridades rechazaron una solicitud de ciudadanía.
Insisten en que para obtener un documento de identidad o pasaporte búlgaro, el bebé necesita un certificado de nacimiento búlgaro, que no puede incluir a dos personas del mismo sexo y solo debe incluir a su madre biológica.
Las dos mujeres se han negado a revelar cuál de ellas dio a luz a la niña.
La madre búlgara llevó el caso al Tribunal Administrativo de Sofía, que decidió a principios de este año consultar al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas sobre el tema.
“El Estado miembro del que es nacional el menor está obligado a emitir un documento de identidad o un pasaporte a ese menor sin necesidad de que sus autoridades nacionales redacten previamente un certificado de nacimiento”, dijo el TJUE en su fallo del martes.
El tribunal de Sofía ahora tendrá que emitir su propia decisión de conformidad con la opinión del TJUE, ante la cual el bebé no puede salir de España.
Las dos madres y la organización de derechos LGBTQ Deyshtvie, cuyos abogados las representaron pro bono en el tribunal, acogieron con beneplácito la decisión del martes como «un gran paso para todas las familias LGBTQ en Bulgaria y Europa».
Dijeron que esperaban que pudiera ayudar a miles de padres del mismo sexo, cuyos hijos corren el riesgo de caer en el limbo de la ciudadanía debido a las diferencias legislativas en los estados miembros de la UE.
La abogada de la pareja, Denitsa Lyubenova, prometió llevar la batalla legal aún más lejos para permitir que el bebé se convierta en el heredero legal de ambas mujeres.