BUENOS AIRES: Los conservacionistas argentinos han devuelto a la naturaleza en los alrededores de Buenos Aires un animal raro y de apariencia inusual, un lobo de crin, con sus largas patas negras y su pelaje rojo que hacen que la criatura parezca un zorro sobre zancos o quizás vestido hasta las rodillas. botas.
La especie en peligro de extinción, cuyo hábitat natural suele estar en el cálido noreste del país, ha migrado lentamente hacia el sur, lo que, según los expertos, está relacionado con la tala de tierras para la agricultura, la caza, el calentamiento global y un clima más extremo.
«Esto (la migración) es un fenómeno que está ocurriendo con muchas especies de grandes vertebrados», dijo Marcela Orozco, doctora en ciencias biológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora del Instituto Nacional de Ciencias (CONICET).
«Está muy asociado al cambio climático, la deforestación, la degradación ambiental y el uso indiscriminado de los recursos naturales, lo que provoca que las especies comiencen a modificar su distribución geográfica».
La Fundación Temaikén, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de especies silvestres, recibió en diciembre al lobo de crin macho luego de que fuera encontrado vagando perdido en Olavarría, una localidad de la provincia de Buenos Aires.
Después de realizar controles sanitarios y pruebas con cámaras trampa para garantizar que podría sobrevivir en la naturaleza, el lobo de crin fue liberado el jueves en la zona del delta del río Paraná, donde anteriormente se habían avistado otras especies.
Para seguir monitoreándolo después de su liberación, expertos de Temaikén le colocaron un collar satelital e instalaron más cámaras trampa en la zona.
“Es un animal que queremos que se reinserte de lleno en su vida silvestre”, afirmó Guillermo Delfino, jefe del programa de especies amenazadas de la Fundación Temaikén.
«Utilizamos diferentes dispositivos como cámaras trampa, donde podemos ver y registrar absolutamente todos los comportamientos que tiene durante el día y la noche».
A pesar de una apariencia que podría parecer amenazante, el lobo de crin es un animal esquivo con una dieta variada que abarca desde roedores, anfibios y aves hasta huevos y plantas.