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Venezuela vota: una nación en una encrucijada tras 25 años de chavismo

Nicolás Maduro y Edmundo González Urrutia, principales candidatos

Venezuela vota: una nación en una encrucijada tras 25 años de chavismo

Domingo, Julio 28 2024 – 12:16 UTC



Nicolás Maduro y Edmundo González Urrutia, principales candidatos

Los venezolanos acuden hoy a las urnas para unas elecciones presidenciales muy esperadas que podrían poner fin a un cuarto de siglo de chavismo. El país se enfrenta a una decisión crucial entre mantener el actual gobierno del presidente Nicolás Maduro u optar por un cambio liderado por el candidato opositor Edmundo González, apoyado por la líder política María Corina Machado.

Se trata de la sexta elección presidencial desde que Hugo Chávez llegó al poder en 1998, y el país se encuentra en una encrucijada histórica. En el opulento Palacio de Miraflores, sede presidencial adornada con retratos y bustos de Simón Bolívar y Chávez, reina una atmósfera de incredulidad. Dentro del gobernante PSUV, los dirigentes han dicho a los medios de comunicación que no se había realizado un análisis de riesgos adecuado antes de las elecciones. A pesar de su confianza hace unos meses, el presidente Maduro y sus asesores se enfrentan ahora a un desafío inesperadamente formidable.

La oposición, que hasta ahora se había visto afectada por luchas internas y derrotas, se ha unido en torno a Edmundo González después de que Machado, que ganó por abrumadora mayoría las primarias organizadas por la oposición en 2023, fuera descalificado en enero. González, un diplomático de 74 años al que le gusta leer clásicos en su apartamento de Caracas, se mostró inicialmente reacio a entrar en la contienda política, pero Machado lo convenció. Juntos han recorrido el país y han obtenido un apoyo significativo. Maduro, por su parte, ha hecho una campaña vigorosa, rodeado por el núcleo del chavismo, subrayando que su liderazgo es crucial para la estabilidad económica y la paz.

Hay mucho en juego. Las encuestas sugieren que la oposición tiene una ventaja significativa, aunque algunos analistas advierten que no hay que confiarse demasiado debido a posibles sesgos en los datos. Según los sondeos internos del PSUV, Maduro tiene una ventaja de ocho puntos. Sin embargo, el ambiente es tenso y la posibilidad de una derrota se está discutiendo más abiertamente que nunca en los círculos chavistas.

El control del chavismo sobre las instituciones nacionales, incluido el Consejo Nacional Electoral (CNE), sigue siendo un tema polémico. El CNE, dirigido por Elvis Amoroso, ha mostrado favoritismo hacia Maduro, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la imparcialidad de las elecciones. Sin embargo, el sistema de votación automatizado, diseñado para prevenir el fraude, ha brindado cierta seguridad de un recuento justo, aunque la abrumadora presencia mediática de Maduro y la movilización estratégica de empleados públicos (amenazados por activistas de que perderían sus empleos si Maduro ganaba) han complicado el panorama electoral.

Mientras los venezolanos emiten sus votos en más de 15.700 centros de votación, hay una notable presencia policial además de la seguridad militar habitual, una medida inusual que refleja la narrativa del gobierno de posibles disturbios liderados por la oposición.

Se han movilizado 380.000 efectivos militares y policiales, aparentemente para mantener el orden público. A pesar de esta fuerte presencia de seguridad, hasta ahora los incidentes han sido mínimos. Delsa Solórzano, una líder de la coalición opositora, señaló la ausencia de los habitualmente disruptivos “colectivos”, grupos armados leales al chavismo que han sido responsables de hostigar a la oposición y a las protestas estudiantiles durante la última década.

El resultado de estas elecciones es crucial. Si Maduro logra un nuevo mandato, se enfrenta al desafío de lograr el reconocimiento internacional y el levantamiento de las sanciones económicas. Se ha negado a firmar un acuerdo político con la oposición, una medida que cuenta con el apoyo de aliados regionales como Gustavo Petro, Lula da Silvay Gabriel Boric. Estos líderes han instado a Maduro a comprometerse con los procesos democráticos para aumentar su legitimidad.

En caso de una victoria de la oposición, Venezuela entraría en un territorio desconocido. González y Machado están comprometidos con una transición pacífica y han propuesto una amnistía para los líderes chavistas para asegurar una transición sin problemas. La oposición prevé un período de transición cooperativa hasta el 10 de enero, en el que González asumiría el poder en un panorama político predominantemente chavista.

Mientras los venezolanos votan, el futuro de la nación está en juego. Las elecciones de hoy podrían redefinir no sólo la trayectoria política de Venezuela y su posición en el escenario mundial, sino también la estabilidad y la prosperidad democrática de la región.



Fuente

Written by PyE

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