Greenpeace está haciendo sonar la alarma sobre lo que llama un desastre ambiental y de salud pública en Ghana, señalando con el dedo a la moda rápida. La ropa es importada y está destinada a venderse en el mercado de segunda mano más grande de Accra, pero es de tan mala calidad que los dueños de los puestos no pueden venderla y tienen que tirarla. En Perspective, hablamos con Sam Quashie-Idun, jefe de investigaciones de Greenpeace África.
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