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BANGKOK: Más de mil trabajadores textiles tailandeses despedidos que fabricaban sujetadores en una fábrica que suministraba lencería al gigante Victoria’s Secret recibieron un acuerdo histórico de 8,3 millones de dólares estadounidenses, dijeron activistas de derechos laborales el sábado (28 de mayo).
Brilliant Alliance Thai cerró su fábrica de Samut Prakan en marzo de 2021 después de declararse en quiebra.
Pero los 1.250 trabajadores despedidos, muchos de los cuales habían trabajado en la fábrica durante más de una década, no recibieron las indemnizaciones por despido exigidas por la ley tailandesa.
La fábrica también producía ropa interior para las marcas estadounidenses de tallas grandes Lane Bryant y Torrid, propiedad de Sycamore Partners, pero solo Victoria’s Secret contribuyó al acuerdo a través de un acuerdo de préstamo con los propietarios de la fábrica.
Victoria’s Secret confirmó en un comunicado que se había llegado a un acuerdo, pero no mencionó el monto involucrado.
«Durante varios meses hemos estado en comunicación activa con los propietarios de la fábrica para facilitar una resolución», dijo la compañía.
«Lamentamos que, en última instancia, no estuvieran en condiciones de concluir este asunto por su cuenta, por lo que para garantizar que los trabajadores recibieran la totalidad de la indemnización adeudada, Victoria’s Secret acordó adelantar los fondos de indemnización a los propietarios de la fábrica», agregó.
La ex trabajadora Jitnawatcharee Panad había trabajado 25 años en la fábrica y dijo que más de dos tercios de los trabajadores despedidos eran mujeres de 45 años o más.
«Si no hubiéramos luchado por una compensación justa, no habríamos recibido nada», dijo a la AFP Jitnawatcharee, quien también es presidente del Sindicato Internacional de Trabajadores Triumph de Tailandia.
«Las puertas del Ministerio del Trabajo estaban cerradas cuando fuimos allí a buscar ayuda y el ministro no parecía querer escuchar nuestro problema».
El acuerdo es el más grande de la historia por robo de salarios en una fábrica de ropa individual, dijo el grupo internacional de derechos de los trabajadores Solidarity Center.
«Creo que no tiene precedentes y representa un nuevo modelo: la escala de la indemnización y los intereses pagados por él… así como el compromiso directo de la marca», dijo a la AFP el director nacional del Centro de Solidaridad de Tailandia, David Welsh.
Durante el año pasado, los trabajadores despedidos y los representantes sindicales tailandeses protestaron frente a la Casa de Gobierno en Bangkok para exigir su salario.
El presidente de la Confederación del Trabajo Industrial de Tailandia, Prasit Prasopsuk, dijo que algunos trabajadores que protestaban habían sido acusados de delitos penales, incluida la violación de las reglas de reunión pública durante la pandemia.
«Este caso sirve como una lección en el futuro para el gobierno… para garantizar que las empresas extranjeras que hacen negocios en Tailandia asignen una parte de las ganancias mensuales a una compensación justa cuando estas empresas dejen de operar en el país», dijo.
Un informe del Worker Rights Consortium de abril del año pasado dijo que había documentado casos similares de robo de salarios en 31 fábricas de ropa en nueve países.
El director ejecutivo de Worker Rights Consortium, Scott Nova, dijo que esos casos eran solo la «punta del iceberg» y que el problema del robo de salarios en la industria de la confección había explotado durante la pandemia a medida que disminuían los pedidos de ropa.
Calculó que a los trabajadores de la confección en todo el mundo se les debían 500 millones de dólares estadounidenses como resultado del cierre de fábricas y las indemnizaciones por despido impagas.
Algunos trabajadores de la fábrica de Samut Prakan habían recibido el equivalente a más de cuatro años de salario la semana pasada, dijo.
«Es como el equivalente a los ahorros de toda la vida de un trabajador… y simplemente se los roban. Lo que significa perder eso y recuperarlo es difícil de describir con palabras», agregó Nova.
