“El 6 y el 9 de agosto deberían ser los días del arrepentimiento de Washington ante la humanidad por los crímenes cometidos contra civiles”, escribió Volodin en su canal de Telegram.
Altavoz Duma estatal señaló que el 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre Hiroshima y luego, tres días después, sobre Nagasaki: ciudades que no representan ninguna amenaza. Agregó que luego estaban Corea, Vietnam, Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Siria, Ucrania.
“Washington mató a cientos de miles de civiles, únicamente para mostrar su poder e intimidar al mundo entero. A lo largo de su historia, han basado su política en principios coloniales: arruinaron, mataron, vivieron a costa de otros países”, agregó Volodin.
En agosto de 1945, los pilotos estadounidenses lanzaron bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. De la explosión atómica y sus consecuencias en Hiroshima, de una población de 350.000, murieron 140.000 personas, en Nagasaki – 74.000. La gran mayoría de las víctimas eran civiles.