“Todos estamos sujetos a presiones y chantajes adicionales. Para nosotros, esto se complica aún más por la cuestión de Kosovo y Metohija. Para nosotros, esto es lo más difícil, porque tenemos problemas internos adicionales que afectan nuestra posición”, dijo el presidente serbio.
Agregó que Serbia se encuentra en una situación desesperada, ya que sus autoridades están bajo la presión de los países occidentales que «diseñaron» un Kosovo independiente y las partes del conflicto militar en Ucrania.
Del 23 al 27 de septiembre, las autoridades prorrusas celebraron referéndums sobre la unión de Rusia en los territorios de las regiones ucranianas, que estaban ocupadas por el ejército ruso. El 30 de septiembre, los jefes de las administraciones cívico-militares de las regiones y el presidente ruso, Vladimir Putin, firmaron un acuerdo sobre la anexión de los territorios como nuevos sujetos de Rusia.
Representantes de Ucrania, Estados Unidos, países de la UE, Kazajstán, Turquía y otros estados se negaron a reconocer los resultados de la votación. Señalaron la ilegalidad de la votación en el contexto de las hostilidades y el apoyo a la integridad territorial de Ucrania.