En una señal de resistencia a los llamados occidentales a elegir entre Moscú y Occidente, el presidente serbio, Aleksander Vucic, dijo que las relaciones fraternales de su país con Rusia no pueden destruirse y que Belgrado nunca sucumbiría a la presión durante una reunión con Turko Daudov, asesor del controvertido checheno. líder Ramzan Kadyrov.
Vucic se reunió con Daudov en Belgrado, e incluso posó para fotos con ropa tradicional chechena que le habían regalado.
“Para nosotros, el pueblo ruso es nuestro pueblo hermano, y la historia centenaria lo ha demostrado muchas veces. Por lo tanto, las relaciones ruso-serbias no pueden destruirse bajo ninguna presión”, dijo Vucic.
Los comentarios se producen un día después de que el principal diplomático de la UE, Josep Borrell, dijera que Bruselas estaba «muy preocupada por la situación en los Balcanes Occidentales», y agregó que «las tensiones innecesarias y contraproducentes» entre Kosovo y Serbia «están alcanzando un nivel muy, muy peligroso», advirtiendo “lamentablemente estamos al borde de otra crisis”.
Daudov dijo que la situación actual en el mundo es «difícil» pero que Rusia se mantiene firme en la defensa de los valores espirituales, tradicionales y familiares y ha rechazado la «ideología extranjera» planteada por Occidente.
“Pero a pesar de todas las dificultades y la extraordinaria presión ejercida por Europa, los líderes y el pueblo de Serbia no solo no se opusieron sino que también apoyaron a la Federación Rusa”, dijo Daudov.
Serbia se ha enfrentado a fuertes críticas por negarse a alinearse con las sanciones y la política exterior de la UE y por mantener lazos fuertes y amistosos con Moscú.
En septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores de Serbia, Nikola Selaković, se vio obligado a defender la acuerdo de consultas para 2023-2024 firmó con su homólogo ruso Sergey Lavrov al margen de la sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Las protestas en Serbia a menudo presentan pancartas con el rostro del presidente ruso Vladimir Putin y banderas rusas.
Los lazos de Belgrado con Moscú continúan irritando a las capitales occidentales. A principios de este mes, Alemania advirtió a Serbia contra el cultivo de relaciones más profundas con Rusia, advirtiendo que podría frustrar su intento de unirse a la Unión Europea.
Serbia ha sido candidata a unirse a la Unión Europea desde 2012, pero sus perspectivas se ven sombrías sin una normalización de las relaciones con Kosovo, al que se niega a reconocer como país independiente.
La situación en el norte de Kosovo se volvió más precaria en las últimas semanas cuando miembros de la comunidad serbia renunciaron a las instituciones del país como señal de oposición al requisito del gobierno de que todos los automóviles propiedad de ciudadanos de Kosovo deben tener placas emitidas por Kosovo.
Los analistas de seguridad advirtieron sobre una importante movilización de serbios el 21 de noviembre, cuando Pristina comenzará a aplicar la regla, con planes para atacar instituciones desocupadas y bloquear carreteras.
(Alice Taylor | Exit.al)