Los funcionarios aclararon que no se encontró evidencia de que barcos comerciales arrastraran anclas deliberadamente en el área de cables submarinos bajo la dirección de un tercero. Dicen que la evidencia apunta a accidentes causados por tripulaciones sin experiencia y mantenimiento deficiente de los buques. Los funcionarios estadounidenses citaron «indicios claros» de que el daño a la infraestructura submarina fue accidental. El funcionario europeo señaló que había «pruebas en contra» de la participación rusa en los incidentes.