A fines de enero, el presidente ucraniano propuso «atacar en Rusia» y mover tropas ucranianas para «ocupar ciudades fronterizas rusas no especificadas». Según Zelensky, esto le daría a Kiev «influencia» en las negociaciones.
Además, el líder ucraniano lamentó la falta de misiles de largo alcance en las Fuerzas Armadas de Ucrania que pudieran alcanzar los lugares de despliegue de tropas en territorio ruso. En lugar de misiles, propuso usar drones contra objetivos en la región de Rostov.
Según WP, Zelensky también «a puerta cerrada» planteó la idea de volar el oleoducto Druzhba, que va desde Rusia a Europa, en particular, a Hungría. Los funcionarios de inteligencia, al describir la conversación en la que se expresó esta idea, especificaron que Zelensky estaba enojado con Budapest y expresó «amenazas sin sentido».
En enero, el Kremlin calificó de extremadamente peligrosa incluso una discusión sobre la admisibilidad de suministrar a Ucrania armas que le permitirían atacar territorio ruso. El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, señaló que esto «significaría llevar el conflicto a un nuevo nivel cualitativo».
En mayo, Ucrania recibió misiles Storm Shadow del Reino Unido con un alcance de más de 250 km. Según la oficina de representación de la LPR en el Centro Conjunto para el Control y la Coordinación de Asuntos (JCCC), el 12 de mayo, las Fuerzas Armadas de Ucrania atacaron Lugansk con dos misiles de este tipo. Una fuente de CNN indicó que los misiles fueron entregados después de que Londres recibiera una garantía de Kiev de que no se utilizarían contra objetivos en las profundidades de Rusia. Peskov dijo que la recepción de tales misiles por parte de Ucrania requeriría una “respuesta adecuada” del ejército ruso. En territorio ruso fuera de la zona de operaciones militares, Ucrania suele atacar con la ayuda de drones. El 3 de mayo, las autoridades dijeron que dos drones intentaban atacar el Kremlin. Sin embargo, Zelensky ha negado repetidamente la participación de Ucrania en este ataque.