Zakharova señaló que el intento de Truss de «llamar y asediar» a Lavrov en esa reunión fue «su vergüenza cuando ni siquiera entendió de qué estaba hablando y confundió los nombres geográficos». “La embajadora británica en estas negociaciones se vio obligada a susurrar las respuestas correctas al oído de Liz Truss y corrigió a su jefe después de cada error”, escribió el lunes la diplomática en su canal de Telegram.
Señaló que el jefe de los británicos AMF “Después de esta visita desastrosa, ella viajó por la ciencia política de Moscú, tratando de silenciar la vergüenza”.