Con la tasa de inflación de Zimbabue desenfrenada, el presidente Emmerson Mnangagwa de Zimbabue completó una ronda de conversaciones de dos días el martes que se centró en la economía cargada de deudas del país.
Mnangagwa se reunió con Akinwumi Adesina, director del Banco Africano de Desarrollo (BAfD), para discutir formas de resolver una deuda de unos 13.000 millones de dólares.
“Zimbabue lo hizo bien al hacer crecer la economía en aproximadamente un 6% en 2021, que estuvo por encima del promedio de crecimiento de África”, dijo Adesina a los periodistas. “Pero, en el futuro, Zimbabue no puede correr cuesta arriba con una mochila llena de arena.»
Adesina dijo que la gente de Zimbabue ya había sufrido lo suficiente, con un 40% viviendo en la pobreza extrema. “Tenemos que cambiar esto, crear una nueva esperanza”, agregó. Ese objetivo se vuelve aún más importante por el papel de Zimbabue en la contribución al éxito de una nueva economía bajo el acuerdo del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA).
La noticia fue recibida con escepticismo por parte de los zimbabuenses que luchan por satisfacer sus necesidades básicas en una economía con una de las tasas de inflación más altas del mundo. El líder de la oposición y activista de derechos humanos Tendai Biti, exministro de finanzas de Zimbabue, señaló que era la tercera vez en 14 años que los líderes del partido gobernante Zanu PF tenían llevó a la economía a la hiperinflación.
Mnangagwa y Mthuli Ncube, el ministro de finanzas de Zimbabue, han instituido reformas elogiadas por Adesina, pero no son suficientes para hacer avanzar al país o llevar a la eliminación de las sanciones existentes vinculadas al incumplimiento de la deuda. El BAfD dice que Zimbabue es el único país miembro regional bajo sanciones del banco de desarrollo debido a atrasos en la deuda de más de 2600 millones de dólares.
El líder del AfDB también se reunió con diplomáticos y líderes financieros africanos y de naciones del G7 mientras estuvo en Zimbabue.
Imagen: BAfD